Kubati y Fermín, condenados a 74 años de cárcel por el asesinato de Yoyes
La Seccion Segunda Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a 47 años y dos meses de prisión a José Antonio López Ruiz, Kubati, como autor material del asesinato de la ex dirigente etarra reinsertada María Dolores González Cataraín, Yoyes. La misma sentencia ha condenado a José Miguel Latasa Guetaria, Fermín, a 26 años y ocho meses de cárcel como coautor del asesinato, al haber sido la persona que señaló a Yoyes como objetivo a su asesino. El total de penas asciende a 74 años.La sentencia de la Audiencia Nacional recoge en detalle el diálogo que mantuvieron la ex dirigente etarra y Kubati antes de que éste disparase sobre su víctima en una exposición de maquinaria agrícola en Villafranca de Ordicia (Guipúzcoa). El 10 de septiembre de 1986, Yoyes visitaba la exposición en compañía de su hijo de corta edad, mientras era vigilada muy de cerca por Latasa Guetaria. Al llegar Kubati, que no conocía físicamente a Yoyes, Latasa le indicó quién era y se retiró a un frontón cercano.
"¿Tú eres Yoyes?" preguntó López Ruíz a su víctima tras acercársele por la espalda. La mujer respondió afirmativamente. "¿Sabes quién soy yo?", volvió a preguntar Kubati. Yoyes replicó que no, y Kubati se identificó: "Soy un miembro de ETA y vengo a ejecutarte".
Yoyes se abalanzó en ese momento hacia Kubati pero el terrorista, "de forma rápida", hizo dos disparos que alcanzaron a María Dolores González en el muslo derecho y en el tórax. La mujer se desplomó, y cuando estaba en el suelo, Kubati le disparó nuevamente a la cabeza "produciéndole una herida con salida de masa encefálica".
Kubati había llegado a la exposición de maquinaria en compañía de otro activista de ETA que aún no ha sido juzgado. Ambos habían detenido un vehículo y tras identificarse como miembros de ETA, habían obligado al conductor a llevarles hasta la exposición. Kubati se había bajado del vehículo para reunirse con Latasa mientras el otro terrorista permanecía en el coche, vigilando al propietario del vehículo. Tras asesinar a Yoyes, Kubati, Latasa y el otro activista dejaron al conductor en el lugar y huyeron con el coche. El vehículo, un R-5, apareció abandonado en la estación de ferrocarril de Beasaín con una bomba trampa que fue explosionada por la Guardia Civil.
Etarra reinsertada
Yoyes comenzó su militancia en ETA en 1973 y alcanzó un puesto dirigente en la cúpula de la organización terrorista. En 1978 marchó a México, donde se desvinculó totalmente de la organización y regresó a España tras acogerse a las medidas de reinserción pocos meses antes de ser asesinada por sus antiguos compañeros. Durante el juicio, Kubatí dijo que la "ejecución" de Yoyes se decidió porque ésta había "traicionado" a sus ideas, a la organización y al pueblo vasco.
