Negro y caliente
El negro es el color por excelencia. Existe gracias a la contradicción de ocultar el arco iris del que se compone. Por eso se utiliza como prenda de vestir, sin ir más lejos, cuando el termómetro apenas tiene nada que medir o las penas nos dejan helados. Negro y caliente es el buen café, y morena y calentita será la próxima semana, con la presencia de Aurora en los escenarios más sudistas de la comunidad madrileña.El miércoles, pasada la mala resaca de la Nochebuena, Aurora será la artista invitada de los Pata Negra en la sala Universal Sur de Leganés., Ella agradece el calor que le regala su melena larga y negra, al tiempo que la zarandea con las manos para alejar los sofocos producidos por la compañía de ese maldito cacharro, una grabadora que no alcanza a registrar más ruido que el de su sonriente timidez. Aurora sabe calentar al personal con unos ojos también negros y bonitos. Ojos más profundos que grandes, en constante dirección a la parte baja de su rostro, como si quisiera vigilarse cada poro del mentón. Cuando los levanta se dirige a su padre, el omnipresente Amador Losada, alma de aquellos Chorbos que fundaron un sonido gitano para Madrid, el de Caño Roto. "Explícalo tú", dice Aurora, pasando el muerto al sabio gitano. "Surgió cuando grabamos una canción de los Temptations y empezamos a mezclar el flamenco con otras corrientes. De ahí salieron nombres muy importantes, como Manzanita o Las Grecas". Padre e hija deambulan por escenarios, platós, emisoras de radio y sesiones fotográficas.
'Besos de caramelo'"
No es porque sea mi hija, pero ha sido una niña prodigio. A los siete años grabó un disco con el Dúo Dinámico y cantó en el festival de Benidorm con una orquesta de 50 músicos".
Amador tiene otras cuatro chicas en casa que comparten el júbilo de su hermana Aurorita, hoy a las puertas del triunfo.
"Me montan un ballet en cuanto oyen música. Aurora es especial, porque canta de maravilla, y no creas que se deja controlar tanto como parece. Es muy suya. Para mí hace de amiga, de novia, de hermana, de hija...". Y Aurora sigue hurgándose el flequillo y manoseando sus pendientes en dorado deslumbrante. Repite que cuando tenga dinero a espuertas se marchará a Miami con toda la purrela. Ha conocido Japón -"madre mía, cuánta gente había allí"-, pero sus metas siguen encerradas en el televisor. "Me gustaría cantar en Las Vegas".
Aurora adora a Michael Jackson, Ketama y Pata Negra. "Me encanta la salsa y el flamenco de ahora. ¡Nada de volantes! Yo quiero ser una gitana modernita".
El miércoles cantará las canciones de su disco Besos de caramelo, apoyada por una banda de buenos músicos, entre los que no faltará el padre, "y los nervios. Nunca dejaré de ponerme nerviosa antes de comenzar a cantar".
Amador la mira y no pierde el buen humor ni cuando le acusamos de parecerse tanto a Rosa Conde como a la madre de la Panteja. Tampoco le molesta que digan por ahí lo controlón que resulta con su niña."Yo no tengo edad para ir sola a ningún sitio", dice Aurora, para quien 20 años no son nada, excepto para cantar.
Muac es la onomatopeya por excelencia del ósculo. También el nombre de una asociación de artistas metidos en la faena de crear un centro de documentacion que resuelva los problemas de quienes han tomado la dificil y atractiva decisión de vivir del arte.
Falta de medio s, falta de contactos, falta de espacio... Demasiadas faltas. En el terreno del ánimo, MUAC presta buena voluntad, y en el de la práctica cuenta con un precioso teatrillo alquilable donde caben 50 personas. Ser socio de MUAC cuesta 1.500 pesetas, con descuentos en el alquiler del local. Por el día informan en el teléfono 361 39 86, y por las noches no hay más remedio que pasarse por El Calentito (Jacometrezo, 15). Y ahí queríamos llegar. El Calentito no sólo tiene uno de los mejores porteros de la hostelería a la luz de la luna, sino que se está convirtiendo en el local más agradable de esas promiscuas esquinas del viejo Madrid. Precisamente en su planta inferior está el escenario de MUAC, aunque arriba no falte el espectáculo.
Chicas y chicos go-go's bailan en fin de semana en las plataformas del pequeño e intenso bar. Ritmos latinos, calienets, música reggae, africana... Sones para hacer de la columna vertebral una espiral. Ideas de Blanca, ex Xoxonees, devota de aventuras, que se metió solita en la aventura de montar un bar y ahora imparte clases de baile, siempre a muchos grados, dentro de los planes de MUA.C. Hiperactiva, Blanca no conoce el surmenage. "Cuando no puedo más, Redoxon", nos cuenta.
Javier Navarrete dirige Lulú de mazapán, teatro infantil con sabor a almendras, cada día a las 12.30, en el Mercado Puerta de Toledo. Hasta el día 4 de enero Festivalia, para que los niños aprendan a ser público o descubran gracias a qué técnicas uno se convierte en carne de tebeo. En música, vuelve Mercedes Ferrer el día 27 a la sala Ya'stá, mientras la argentina Hot Rock Club sustituye la misa del gallo por una fiesta Rolling Stones. Buena cena.
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