"La izquierda aún tiene pudor de reconocer que hay lucha por el poder en las organizaciones"
Pregunta. ¿Por qué aspira a la secretaría general de la FSM?Respuesta. Una de las partes que habían mantenido el en frentamiento en la FSM ha pre sentado un candidato, diciendo que ése era el candidato de con senso. Otras personas han con siderado también que tenían la posibilidad de ofrecer otro candidato de consenso para, en definitiva, conseguir un acuerdo que es de lo que se trata. Si hay que encontrar un candidato de consenso, interesa que sea propuesto por todos.
P.¿Pero usted ya ha presen tado formalmente su candida tura?
R. Si Joaquín Leguina promociona en este momento la candidatura de Juan Barranco a nosotros nos parece muy res petable; es un compañero muy capacitado. Pero si se hace antes de una negociación y de mantener un contacto serio, tenemos que entender que se está lanzando un candidato desde la otra parte.Llegar a un acuerdoP. ¿Las trifulcas de la FSM in quietan a sus militantes?
R. Tengo mis dudas. Cuando hay unanimidad, las cosas están mal: no hay debate; y cuando hay discusiones, también está mal porque hay trifulcas. La FSM es muy plural, muy compleja en su composición y en sus ideas. Es normal en nuestra tradición que siempre hayan existido posiciones diferentes. Hasta ahora siempre hemos sido capaces de ponernos de acuerdo. Vamos a ver sí también somos capaces de ponernos de acuerdo en el futuro aunque partamos de posícíones diferentes. A mí me parece que en el PSOE todo el mundo participa en los debates. Aquí no viene el presidente del partido y dice: a éste lo quito y a éste lo pongo.
P. Otros dicen que la FSM puede perder su autonomía frente al aparato nacional del partido.
R. Nosotros no pensamos que exista esa autonomía, al menos sobre las propuestas. La FSM, salvo la pequeña parte que representa Izquierda Socialista, votó unánimemente las resoluciones que se plantearon en el último congreso federal. Esto de las diferencias me parece un poco recurrente, lo que hay que hacer es dejarse de andar mirándose el ombligo y Ponerse a trabajar una oferta electoral y analizar los problemas para los que esa oferta electoral tiene que dar solución. Y pensando en equipos de personas. Entrar en discusiones bizantinas sobre si la federación de Madrid es más abierta o más cerrada que la extremeña o la cántabra no interesa a los madrileños.
P. Leguina insiste en que ofrece su mano tendida para llegar a un acuerdo, pero usted habla de imposicione1s de partida. ¿Cómo se puede pactar en estas circunstancias?
R. Yo tengo ganas de llegar a un acuerdo, y no quiero hacer afirmaciones que puedan ser complicadas desde el punto de vista de la consecución del acuerdo. Estamos esperando a que Joaquín Leguina se manifieste explícitamente. Si promociona un candidato propio antes de que llegue a un consenso, creo que hubiera sido interesante haberse reunido previamente. Creo que Leguiría es sincero cuando habla de llegar a un acuerdo, y nosotros también lo somos.
P. Si reconoce que hay enfrentamiento,¿cómo pretende llegar a acuerdos?
R. Como he sido minoritarío en la FSM tengo mucha costumbre de negociar. Yo apuesto por un consenso que reconozca la realidad de la federación y de las fuerzas en presencia. De los puntos de vista diferentes que existen y cómo se artículan en torno a. personas. No hay que pensar que sólo importan las ideas.P. ¿Estaría dispuesto a renunciar a ser secretario general para lograr un acuerdo?
R. Si yo dijera que es algo irrenunciable, demostraría poca capacidad de negociación.
P. Se acercan las elecciones y el PSOE aún no ha designado candidatos en Madrid. ¿El reloj corre en su contra?
R. Eso nos tiene que hacer reflexionar sobre la necesidad de alcanzar un acuerdo. Pero creo que vamos a estar en disposición de encontrar unos buenos candidatos, que serán apoyados por toda la organización. Tampoco me asustan las fechas, y decidir las candidaturas en el mes de febrero es un buen momento, como otro cualquiera.
P. ¿Quién tiene más apoyos, Leguina o usted?
R. Leguina puede ser un buen secretario general. Hasta ahora ha tenido una mayoría muy amplia, del 80% de la FSM, y esa situación ya no se repite en las circunstancias políticas actuales. Parte de la mayoría que apoyaba a Leguina no se sintió a gusto dirigida por él.
P. ¿Y ahora?
R. Hay distintas posiciones en la FSM. Quien antes tenía todo el poder ahora tiene que reconocer la realidad y compartirlo algo más.P. ¿Cómo resolver esta cua dratura del círculo en su par tido?R. A mí siempre me ha gus tado la geometría y creo que merece la pena llegar a un acuerdo. Si no, podemos llega a una situación en la que se cierren los problemas en falso, para que luego pueden volver a aparecer con más virulencia. En Madrid hay que ofrecer soluciones a muchísimos problemas y las personas que se van a dedicar a ello necesitan tener la tranquilidad de poder hacer su trabajo. Que nadie quede descolocado o agraviado es difícil, pero, con buena voluntad, hay que reconocer que uno no tiene que estar toda la vida haciendo lo mismo dentro de una organización política.Vicario de Guerra
P. ¿El enfrentamiento entre las personas conduce a excluir a otras culturas políticas del partido?
R. En los partidos políticos siempre se producen diferencias basadas en las posiciones que cada uno quiere alcanzar y su grado de importancia. Resulta peligroso que se traten de revestir bajo la forma de diferencias ideológicas o en las formas de actuar. Todavía hay una especie de pudor en los partidos de izquierdas a reconocer que hay lucha por el poder dentro de las organizaciones. Se montan diferencias para tratar de justificar las posiciones. Yo entiendo que no hay dos culturas en la Federación Socialista Madrileña. Sí que he percibido posturas políticas distintas en las mismas circunstancias que se han venido produciendo en la vida nacional. El secretario general se ha pronunciado sobre cuestiones que otras personas consideramos que no coincidían con nuestra forma de ver las cosas.
P. ¿Es usted el vicario de Alfonso Guerra en Madrid?
R. Hombre, lo veo yo en los medios de comunicación y lo entiendo, porque sería difícil que hubiera teofilistas -un nombre muy feo de por sí-, ya que de alguna manera hay que llamar a la gente. Alfonso Guerra es el vicesecretarlo general del partido y ha salido elegido en el último congreso con el 100% de los votos de los compañeros de Madrid. Los que le llaman eso y los que no le llaman así. Aunque puede que algunos le voten más a gusto que otros. Yo no tengo ningún problema. Siempre he seguido mis líneas políticas por convencímiento intelectual, y, aunque coincida con la línea de la ejecutiva federal, yo no me siento vicario de nadie.
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