El fiscal del Estado propondrá endurecer el Código Penal contra el racismo

El fiscal general del Estado, Leopoldo Torres, anunció ayer, en la inauguración de las jornadas sobre racismo y xenofobia que se celebran en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, que propondrá una modificación de los artículos del Código Penal sobre el racismo, que supondrán un mayor rigor contra ese tipo de conductas.Torres afirmó que la legislación penal en la práctica no castiga las actitudes racistas o xenófobas. Está penalizado el genocidio y también el tráfico de mano de obra fraudulenta, pero son preceptos de escasa aplicación.

En la inauguración de las jornadas participaron Luis Yáñez, secretario de Estado para la Cooperación Internacional; Ana Tutor, delegada del Gobierno en Madrid; Juan Luis Cebrián, consejero delegado de PRISA; el antropólogo brasileño Darcy Ribeiro, y el colombiano Héctor Charry-Samper, director general adjunto de la Organización Internacional de Migraciones, además de Torres.

Todos los participantes convinieron en que los movimientos migratorios se han multiplicado en las últimas décadas, fundamentalmente por problemas económicos, y que esas bolsas de emigrantes pobres han hecho aflorar sentimientos y actitudes racistas y nacionalistas que están siendo capitalizadas en Europa por la extrema derecha.

Yáñez se refirió a que en los próximos 10 años habrá alrededor de 300 millones de personas por debajo del límite de pobreza en el mundo, lo que propiciará un aumento de la emigración económica, al que se unirá la motivada por problemas étnicos.

Yáñez y la mayoría de los participantes destacaron como única solución al problema un fuerte incremento de la cooperación con el Tercer Mundo. Cebrián matizó que sólo la multiplicación de las ayudas a los países de África y América Latina podrá paliar los problemas de inmigración que se les van a plantear a los países europeos. Y agregó que la cooperación económica deberá estar condicionada a los derechos humanos para garantizar que la ayuda llega a los pueblos y así evitar que los tiranos puedan enriquecerse o armar a sus ejércitos.