Las tres Redgrave

Las tres hermanas, de Chéjov, ha puesto por triplicado sobre las marquesinas del West End londinense el apellido Redgrave. Las hermanas Vanessa y Lynn y su sobrina Jemma Redgrave estrenan el martes en el Queen's Theatre la obra del dramaturgo ruso que dedicó su creatividad a explorar las frustraciones de las clases acomodadas de la Rusia prerrevolucionaria. Vanessa Redgrave es la más conocida de las tres, tanto por su trabajo escénico y cinematográfico como por su activismo comunista, que hasta hace muy poco le tuvo vetado el acceso a Estados Unidos, donde, por fin, acaba de protagonizar una película. Pocas cosas hay más difíciles que conseguir unas palabras de la mayor de las Redgrave. Es su hermana Lynn, una habitual del otro lado del Atlántico, la que se explaya sobre la presente aventura. "Vanessa y yo nunca hemos trabajado juntas hasta ahora porque era como un truco publicitario. Mientras el papel de una podría ser perfectamente adecuado, el enrolamiento de la otra estaba forzado para tener a dos Redgrave sobre la escena", declaraba hace unos días al dominical británico The Sunday Telegraph.Ahí había truco por exceso,y en la obra de Chéjov lo había por defecto. "Nos han ofrecido muchas veces hacer Las tres hermanas, pero siempre se planteaba el problema de que si ibas a tener dos hermanas y una actriz que no era de la familia, la obra iba a a carecer de credibIlidad ante la audiencia. Con independencia de lo bien que actuase la tercera actriz le iba a resultar difícil superar el hecho de que no tenía parentesco con las otras dos. Nuestra versión de Las tres hermanas ha sido posible porque ya hay una nueva generación de actores en la familia. Poder contar con Jemma Redgrave, la hija de Corin, en el papel de Irina es un triunfo del reparto".La dinastía de las Redgrave es la segunda que estos días ocupa la escena teatral londinense, después del estreno que la viuda y los hijos de Laurence Olivier acaban de hacer de la obra de J. B. Priestley Tiempo y los Conways. Los Redgrave remontan su genealogía teatral a un taquillero de Drury Lane cuyo hijo Roy fue una estrella del cine mudo. Roy se casó en el mundo del teatro y su hijo Michael es el padre de Vanessa y Lynn y el abuelo de Jemma. A Michael, al que se llegó a otorgar el título de sir, le recuerda Lynn como un gran intérprete de Shakespeare al que vio por primera vez sobre las tablas cuando ella tenía cuatro o cinco años.Lynn dice que era muy tímida en su infancia y que no descubrió su vocación teatral hasta los 15 años, mientras "Vanessa estaba inclinada hacia el teatro desde el principio. Siempre estaba bailando en la guardería"."Estoy segura de que mi padre nos adoraba a los tres, pero creo que pensaba que yo era la dulce, discreta y del montón a la que no prestas mucha atención", comenta Lynn, cuya carrera artística siempre ha palidecido en comparación con la de su hermana mayor. Natasha Rlchardson, hija de Vanessa y también actriz, siente que "ser una Redgrave es muchas veces una gran carga". Lynn ve el lado positivo de ello y se congratula de poder aparecer en familia sobre el escenario.