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Dos policías usaron postas en los incidentes de San Sebastian

Aurora Intxausti

Efectivos del Cuerpo Nacional de Policía utilizaron postas en los sucesos ocurridos en San Sebastián, el 14 de agosto de 1989, en los que cuatro personas resultaron heridas. El fiscal jefe de la Audiencia Provincial, Luis Navajas, ha presentado un escrito de acusación en el que considera que al menos dos agentes policiales efectuaron disparos con postas, munición no permitida en disturbios callejeros.El fiscal ha pedido un año de prisión menor para José Piris Perpen, agente que se encontraba en aquella fecha al mando de la compañía de reserva general, con base en Miranda de Ebro, y que ocupaba un lugar en la dotación, que se hallaba en la confluencia de las calles Peñaflorida y Garibay, desde la que se produjeron los disparos. Luis Navajas acusa al responsable de la dotación de no haber vigilado la utilización de munición no permitida. La citada furgoneta, en la que encontraban el jefe inspector, el conductor y tres agentes más, contenía el armamento habitual de los agentes, escopetas Franchi con bocachas para el lanzamiento de pelotas de goma y munición, tanto de fogueo, habitual para proyectar las pelotas, como de postas.

Cree el fiscal que el agente José Piris cometió un delito de "imprudencia temeraria" al no percatarse que dos agentes de la dotación en la que él se encontraba, a los que no se ha podido identificar, cargaron las escopetas con postas, "munición absolutamente inadecuada para la proyección de pelotas de goma".

La fiscalía de San Sebastián, en su escrito, asegura que los funcionarios policiales, una vez fuera del vehículo en el que se encontraban y dirigiéndose a la muchedumbre que venía huyendo de frente al iniciarse los incidentes entre policías y manifestantes -después de la tradicional Salve que se celebra durante la Semana Grande la capital guipuzcoana-, utilizaron las escopetas para realizar dos disparos con proyectiles de postas. Los componentes de los cartuchos, tras atravesar la pelota de goma, se dispersaron y alcanzaron al menos a cuatro personas.

Los heridos fueron Jesús María González Ezama, que perdió el riñón izquierdo, y para quien el fiscal solicita cinco millones de pesetas que deberán ser abonados por el acusado. Deberá asimismo, según Navajas, abonar por los daños personales y las secuelas a José Juan Ibaceta con 1.300.000 pesetas, a Pablo Uranga con 300.000 pesetas, y Ángel Oliveira con 75.000 pesetas.

El letrado de la acusación particular, Iñaki Almandoz, tiene intención de acusar a los agentes de dos delitos, uno de lesiones y otro de prevaricación.

El juez Santiago Pedraz podrá trasladar las diligencias a la Audiencia una vez que los policías declaren en Madrid, tal y como lo ha pedido el juez que instruye la causa, en relación con un supuesto delito de negación de auxilio a la justicia por parte de los funcionarios de policía al haber rechazado los agentes participar en una prueba de reconstrucción de los hechos, y en un rueda de identificación.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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