"Hay que morir sin traicionarse"
Francisco Maturana es uno de los entrenadores que más prestigio ganó en el último Mundial. Su equipo, el Valladolid, recibe mañana al Real Madrid (20.00, televisiones autonómicas), en un partido en el que toda España va a poder calibrar su forma especial de ver el fútbol.Pregunta. Le gusta el ajedrez?
Respuesta. Me gusta el carácter científico del juego. Ahí es donde le encuentro similitudes con el fútbol, donde cada vez se dejan menos cosas al azar. El que se equivoca pierde, como en el ajedrez.
P. ¿Le interesa el baloncesto?
R. Sí, de cara al fútbol es el que te da más fuentes para enriquecerte. En el basket puedes encontrar un número amplísimo de jugadas estratégicas. Muchas de las cosas que hacíamos en el Nacional de Colombia tienen sus raíces en el baloncesto. Es un deporte riquísimo, de los más completos y justos que hay.
P. Sin embargo, en muchos círculos futbolísticos de España hay muchos prejuicios contra el baloncesto.
R. En mi opinión es el deporte más justo, el más adelantado y el que tiene el reglamento más claro. Además, el baloncesto protege siempre el espectáculo. Hay otro aspecto: si un técnico va a mirar cómo se consiguen las canastas, no encuentra nada, pero si se fija en los movimientos, puede encontrar algunas cosas que pueden ser incorporadas.
P. ¿Los fundamentos sobre presión defensiva de Arrigo Sacchi y de usted hasta qué punto provienen del baloncesto?
R. No sé si esto ha sucedido con Arrigo, pero sí es cierto que muchos de mis conceptos defensivos vienen del baloncesto. No quiero decir que acudí al basket y comencé a trasladar estos aspectos al fútbol. Fue a través de los libros y de mi interés en buscar nuevas soluciones. Me di cuenta de que existía esa posibilidad. Desde entonces acudí a los partidos de baloncesto con otra mirada. Ya no fui como un espectador desprevenido, sino a atender una serie de movimientos que son muy aplicables en el fútbol.
Defender para atacar
P. ¿No cree que hay mucha pereza entre los técnicos para ver más allá de la rutina cotidiana?
R. No lo sé. Lo único que puedo decir es que el baloncesto es la combinación del arte de defender para atacar. Esto me parece muy importante. En el fútbol no se trabaja mucho en el aspecto defensivo. Durante mi experiencia como jugador, y luego como técnico, no he conocido a nadie que se dedique a abrir un abanico de posibilidades y obligaciones defensivas a los jugadores. La defensa no se trabaja. Casi es un asunto silvestre.
P. En algunos círculos futbolísticos se dice que el Milan y losequipos de Maturana han elevado la defensa a la categoría de arte.
R. Sería muy poco modesto asumir esa frase. Sí creo que hemos contribuido a hacer pensar a muchos entrenadores. En Colombia ocurre que la semana que los equipos van a jugar con Nacional, todos trabajan más. En España, también. Cuando juegan contra nosotros dedican tiempo a tratar de romper el sistema de Maturana. Eso es una forma de que la gente crezca. ¿Cómo crece la gente? Pensando y trabajando. Creo que muchas veces te queda una sensación de vacío después de un empate a cero. Sin embargo, después de ver al Milan no importa mucho el resultado. Uno se queda más lleno con los movimientos del Milan, con su presión, con su forma de trabajar en la cancha. Con eso te sientes totalmente satisfecho.
P. ¿Cómo define su experiencia en el fútbol español?
R. No estoy arrepentido de haber venido a España. Estoy empeñado en una lucha contra una cultura futbolística, como tratar de imponer un sistema zonal a una serie de jugadores que han estado anquilosados en un sistema hombre a hombre. Lo que más te motiva es encontrar que tus mensajes son recibidos y que el equipo ha asimilado los conceptos, que de pronto tiene movimientos claros que responden a tus propuestas. Sin querer ufanarme de nada, tengo la seguridad de que cuando me vaya los jugadores del Valladolid van a ser mejores, van a saber más porque han llegado personas que se han preocupado de ellos desde el punto de vista individual. Eso ya es una satisfacción personal.
P. ¿Qué opinión sacó de los conocimientos de sus jugadores cuando llegó al Valladolid?
R. Vi muchas deficiencias. Algunos no habían tenido la oportunidad de haber encontrado ningún concepto táctico durante su carrera.
P. Sería muy decepcionante...
R. No, más bien preocupante. Me pareció entrar en un mundo distinto. Yo veía la función de un técnico desde el punto de vista de mi experiencia personal. Es decir, un técnico que dirige. Había contado con muy buenos jugadores y siempre había podido escoger. Nunca tuve jugadores limitados. Podía dirigir, en suma. Ahora no es tanto dirigir como entrenar. Tengo que dar argumentos tácticos para poder dirigir más tarde. Se pierde mucho tiempo así.
P. ¿Qué le ha sorprendido del fútbol español?
R. Ver que muchos equipos tienen la posibilidad de tener una propuesta abierta y no la hacen. Muchos equipos grandes hacen un gol y sacan a un delantero para meter un volante. Se acabó el partido. Yo creo que hay que morir por la ley, haciendo lo que uno sabe, sin traicionarse.P. ¿Qué le gusta de nuestro fútbol?
R. Me gusta el Barcelona. Tiene personalidad, tiene jugadores y tiene un buen técnico. Siempre hay matices diferentes en ese equipo. Y, sin embargo, la propuesta general permanece. Eso es porque hay un tipo que trabaja.
P. ¿Cuáles son sus primeros mandamientos como entrenador?
R. Trabajar, tener una ideología futbolística y un manejo del grupo. Lo que no se puede perdonar nunca a un entrenador es que su equipo no juegue a nada.
P. ¿Cómo es su relación con los jugadores?
R. No soy el del palo. Creo que los jugadores son muy inteligentes, porque la vida les hace inteligentes.
P. ¿Cuántas horas trabaja usted en los entrenamientos?
R. Cerca de seis horas diarias. Nos entrenamos por la mañana y por la tarde, excepto el lunes, que tenemos descanso, y el sábado, que sólo trabajamos por la mañana. El trabajo me da esperanza. Por eso creo que en la segunda vuelta el Valladolid saldrá adelante.
P. ¿De dónde tomó sus teorías?
R. En Colombia tuvimos a un persona que es un genio. Se trata de Ricardo de León, que es uruguayo. Trabajó en la década de los setenta con Rinus Michels. Cuando volvió a Uruguay quedó campeón con un equipo que era muy mediocre. Luego fue a Colombia y allí le encontré. De ahí nació todo.
P. ¿Usted permite las estrellas en su equipo?
R. Las estrellas siempre son bienvenidas, aunque también deben tener sus obligaciones. El que no entiende eso no es estrella.
P. Con el tipo de jugadores que tiene, 6el Madrid podría jugar bien con su sistema?
R. Este es un sistema para todos los buenos jugadores, porque son capaces de jugar de cualquier forma y en cualquier parte.
"España es la segunda Liga de Europa"
Pregunta. ¿Qué conclusiones ha sacado de lo que ha visto en el fútbol español?Respuesta. El fútbol español sigue teniendo la segunda Liga de Europa. después de la italiana. Hay una gran diferencia entre las dos ligas, y es ahí donde se refleja esa posición secundarla del campeonato español. En Italia tienen armados seis equipos para ganar el título. Aquí hay dos, o de pronto tres, que se arman En Italia, no. Encuentro que aquí hay un miedo total a jugar contra el Barcelona o contra el Madrid. En esa semana el comportamiento cambia.
P. No se puede cambiar esa naturaleza ¿No tiene el entrenador algunas obligaciones en este sentido?
R. Así es. Uno ve que termina un partido con el Madrid y son felices por haber perdido 1-0.
P. Incluso jugar fuera de casa provoca cambios radicales en los equipos.
R. Es algo que me llama la atención de manera suprema. Los equipos modifican completamente su comportamientos pasan de local a visitante. Es una lucha terrible. Tienes que trabajar con un equipo cuya única propuesta era defenderse y ahora propones que vaya a atacar. Para mí es frustrante ver esa mentalidad tan tímida.
P. ¿Qué explicación encuentra en estas carencias?
R. Es algo muy difícil de explicar. Jugar al fútbol no es una cuestión de azar. Representa una manera de vivir. Habrá que buscar desde un punto de vista sociológico las causas de ese comportamiento del fútbol español. Habrá que preguntarse qué ha hecho España en el concierto internacional. Creo que los técnicos tenemos toda la culpa.
P. ¿Y la prensa no tiene también una gran responsabilidad? Parece como si hubiera una mayor indulgencia con los equipos cuando juegan fuera de casa.
R. Creo que sí. Se pondera mucho más lo mínimo que se hace de visitante. Me da la impresión de que la prensa tiene una gran responsabilidad en este miedo general a jugar fuera de casa y al terror que se guarda al Madrid o al Barcelona. Cuando jugamos con el Barcelona, fue la semana, con ésta, que más entrevistas tuve. Todas las preguntas estaban encaminadas a que yo demostrara el miedo que teníamos al Barcelona. Eso no conduce a nada. Considero que en el fútbol nadie gana antes de comenzar un partido.
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