El 'comando Madrid' se retiró del juicio por el asesinato de cinco guardias
Los cinco etarras del comando Madrid, de ETA Militar, provocaron ayer un nuevo juicio de ruptura al pedir su retirada del tribunal antes de contestar a los interrogatorios sobre el atentado con coche bomba que costó la vida a cinco guardias civiles y graves heridas a otras once personas en la calle de Juan Bravo, en abril de 1986.
El desalojo de los etarras fue protestado por algunos asistentes, quienes realizaron comentarios en favor de la pena de muerte para los terroristas, y reclamaron: "Que nos los dejen a nosotros". La presencia de estas personas hizo temer que se produjesen incidentes, pero éstos quedaron en actitudes individualizadas ante el abandono de la sala de los simpatizantes de los procesados. Uno de los asistentes, que vestía camisa de Falange, fue expulsado tras reclamar "la guillotina" para los procesados y calificar de "cínico" el informe de uno de los defensores en el que pedía "justicia, también para la sociedad vasca
La fiscal solicitó 378 años de reclusión para los etarras: José Ignacio de Juana, Antonio Troitiño -que activó el explosivo a distancia-, Esteban Esteban Nieto, Inés del Río e Inmaculada Noble, y pidió una condena como "reprobación de un hecho que destrozó a muchas familias".
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