Sólo algunos líderes de los populares andaluces podrán hablar con la prensa

Gabino Puche resultó ayer reelegido presidente del Partido Popular (PP) de Andalucía con el apoyo de 979 de los 1.936 delegados con derecho a voto en el VI Congreso Regional celebrado en Sevilla. La candidatura encabezada por Juan Diego López Bonillo, cabeza visible del sector crítico, obtuvo 342 votos, un 24,8%. El sexto congreso de los populares andaluces aprobó una ponencia en la que se limita la libertad de expresión de los cargos efectos y orgánicos. A partir de ahora, únicamente portavoces autorizados por la dirección regional podrán hacer declaraciones a los medios de comunicación.

Esta propuesta se interpreta como una rígida medida disciplinaria para acallar las voces críticas dentro de esta formación que, en Andalucía, funciona como un conglomerado de pequeños reinos de taifas.Diego Jornado, reelegido secretario general del PP, aseguró que con esta propuesta se trata de que los cargos del partido, así como otros representantes electos, restrinjan sus manifestaciones públicas al ámbito de actuación para el que han sido elegidos". Jordano instó a los militantes a que, en todas aquellas cuestiones que puedan exceder de su ámbito competencial, consulten "con los responsables del ámbito superior" para transmitir "un mensaje único" y evitar contradicciones sobre un mismo asunto. Según la propuesta aprobada, sólo podrán hacer declaraciones a los medios de comunicación los portavoces autorizados por la dirección regional, a razón de uno por cada provincia. También los responsables de área tendrán el visto bueno del comite ejecutivo para hacer manifestaciones, aunque siempre ciñéndose a su campo de actuación.

La ponencia afirma que de esta forma se permite identificar ante los periodistas las fuentes oficiales del partido "convirtiendo todo lo demás en opiniones personales". El éxito de la propuesta fue puesto en duda por muchos de los compromisarios, ya que, según manifestaron algunos de ellos, será imposible su cumplimiento.

El secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, quien acudió con el presidente nacional del partido, José María Aznar, a la clausura del congreso, justificó la bondad de esta medida en un presumible esfuerzo "por armonizar" pautas.

El candidato del sector crítico, Juan Diego López Bonillo, mantuvo su candidatura hasta el final, pese a las presiones recibidas por la dirección nacional para que la retirase. Hasta el propio Alvarez Cascos, en el debate precongresual, apostó por la lista encabezada por Gabino Puche quien estará sujeto a un férreo control por parte de la cúpula popular. Puche preside un comité ejecutivo en el que están presentes diputados nacionales y senadores muy próximos al aparato del PP.