Curarse el sarampión

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Yo, que estoy ya, ubilado, d., é de ir a misa a los 17 o 18 años y recuerdo que durante unos cuantos años me preocupaban mucho las cosas de la Iglesia, para criticar las duramente, por supuesto. Hace ya muchos años que se me curó este sarampión y que dejé a la Iglesia en paz.Leo EL PAÍS y compruebo un día y otro que ustedes están todavía con la enfermedad, en lo que respecta a la Iglesia, de la que yo me curé hace tiempo. Veo

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que las cosas del Papa y los curas les preocupan una enormidad y que su crítica es implacable, es decir, como lo era la mía después de mi abandono de la fe y la práctica católicas. Pero es más, fijan dome en sus preocupaciones sobre el tema, pienso que lo que ustedes desean es que la Iglesia adopte sus puntos de vista, que admita el aborto y acepte la vida en pareja del sacerdote, por poner algún ejemplo, y que en ese caso ustedes la aplaudirían y, quién sabe, a lo mejor volvían a su seno. Esto es como pretender que los vegetarianos coman carne o que los musulmanes o los hebreos no se hagan la circuncisión por la sencilla razón de que a ustedes no les parecen razonables y justas sus actuales posturas sobre una y otra cosa.Todo esto me hace pensar que ustedes han dejado de ir a misa hace poco. Pero a lo mejor mí experiencia no puede aplicarse a ustedes, ya que no todos somos iguales.-

EE UU.