El fiscal pide para el hijo de Jesús Gil un año de cárcel por presunto intrusismo
El fiscal del Juzgado número 25 de lo Penal pidió ayer un año de prisión para Jesús Gil Marín, hijo del presidente del Atlético de Madrid, y su socio en la agencia inmobiliaria Gilmar, Manuel Marrón, por presunto intrusismo inmobiliario: El fiscal, que hace dos meses pidió la absolución de ambos, modificó su postura y señaló que los socios ejercían la misma práctica desde 1984.El abogado de Gilmar dijo que sus clientes se encontraban sentados en el banquillo de los acusados sólo por dos razones: "La relevancia del padre de una de estas dos personas y la envidia que despierta la creación de una empresa que ha triunfado en el mercado inmobiliario".
Gil Marín, tras la declaración de todos los testigos y abogados, dijo a la juez que no sabía quién iba a reparar el daño que este caso estaba provocando a su empresa. "No sé si esto se debe al apellido, pero el caso es que todos los medios de comunicación me llaman a mí, y el daño que este caso causará en mi empresa es incalculable".
Gil y Marrón estaban acusados por el Colegio de Agentes de la Propiedad de ser autores de delitos de intrusismo. El abogado de Eva Kondo, ciudadana española de origen japonés, los acusa de estafa.
Julián Botella, abogado de Kondo, exigió ayer a cada uno de los socios una indemnización de ocho millones para resarcir a su cliente, que, según el letrado, abonó a Gilmar una señal de 2,25 millones de pesetas por un chalé, sin que le fuera devuelta, "a pesar de que Gilmar no poseía los derechos de venta del inmueble".
Gilmar adquirió el 23 de enero de 1984 la exclusiva de venta de un chalé en San Sebastián de los Reyes, que el dueño, Antonio Vozmediano, valoró en 19 millones. El 2 de septiembre del mismo año, la madre de Eva Kondo suscribió un contrato con Gilmar en el que se establecía un precio de 25 millones por la compra del chalé, al mismo tiempo que entregaba una señal de 2,25 millones. Tres meses más tarde, el 18 de diciembre, revocó el poder de venta otorgado a Gilmar.
Ocultamiento de relaciones
El fiscal del caso dijo que los acusados ejercieron la actividad de intrusismo con el fin de recabar beneficios mayores en la compra y venta de pisos.
José Luis Sierra declaró ante la juez que él solía cobrar el 5% de comisión en todas las operaciones en que intervenía como agente de la propiedad. El fiscal dijo ayer que los socios de Gilmar habían cometido intrusismo por valerse de la firma de José Luis Sierra, quien, según el fiscal, no era un mero asesor técnico de la sociedad. "¿Y por qué este ocultamiento de la relación?", se preguntó el fiscal. "Pues porque si la intermediación la hubiera efectuado un agente de la propiedad, éste sólo hubiera cobrado el 5% de los 19 millones del chalé", apostilló. Al valerse de la firma de un agente, según el fiscal, Gil y Marrón conseguían unos beneficios de seis millones.
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