Ana de Inglaterra

La princesa Ana de Inglaterra engrosó ayer la larga lista de miembros de la familia real británica que han tenido problemas con el código de circulación al ser multada y tener que entregar el carné por exceso de velocidad. Como a cualquier otro mortal, a la princesa le sorprendió haberse excedido tanto, como indicaba la denuncia, al volante de su deportivo Scimitar Reliant.Ana no compareció ayer ante el juez de la localidad rural de Stow-on-the-Wold, cercana a su residencia campestre de Gloucestershire, y dejó simplemente que su abogado, Michael Sullivan, resolviera el contencioso.

El pasado mes de agosto, y en el plazo de una semana, la princesa fue retratada un par de veces por encima del límite de las 60 millas (96,5 kilómetros) por hora. En la primera ocasión iba a 77 millas y en la segunda a 90, tras adelantar a otro vehículo en zona de buena visibilidad.

"La princesa acepta los hechos que manifiesta la denuncia, pero se sorprendió un poco de la velocidad que figura en ella", declaró Sullivan al juez al comunicar que su clienta se declaraba culpable. El juez la condenó a 150 libras de multa (unas 28.000 pesetas) más otras 10 de gastos y le retiró el carné por un mes.

La princesa Ana de Inglaterra, que suele conducir su propio vehículo cuando acude a sus compromisos oficiales, tendrá ahora que poner su ansiada independencia en manos de los chóferes de palacio, como con anterioridad han hecho otros miembros de la familia.

La única hija de la reina Isabel, de 40 años, sólo tenía un antecedente por exceso de velocidad, que se remonta a 1976. Para notorios velocistas hay que fijarse en el príncipe Michael de Kent -presidente del RAC británico, que en julio conducía a 104 millas por hora su Aston Martin en una autopista donde el límite es de 75 (120 kilómetros) y quien celebró su 32º cumpleaños en 1974 pisando el acelerador hasta los 110 en una zona limitada a 50- y en su primo el vizconde Linley, hijo de la princesa Margarita, quien colecciona multas y retiradas de carné, la última hace ahora un ano por poner su moto a 75 en una zona claramente, limitada a 40.

Otros títulos reales también se las han tenido que ver con el mismo problema, lo mismo que Mark Phillips, hoy separado de la princesa Ana, quien hace tres años logró escapar con sólo una multa en otro juicio por exceso de velocidad (ir a 130 en una autopista) después de partir el corazón al juez diciéndole que si le retiraba el carné no podría desarrollar su actividad empresarial relacionada con la explotación agropecuaria y otros negocios.

Las dos nueras de la soberana británica, Diana y Fergie, se han librado hasta ahora de la plebeya multa. A la princesa Diana de Gales ya le han advertido que se modere cuando conduzca, y de la campechana Fergi dicen las malas lenguas que lleva un detector de radares en su vehículo.