El policía Antonio Caro afirma que la denuncia contra él es "la fantasía de un loco"

El inspector de policía Antonio Caro Fontanilla, al que el industrial cántabro y ex confidente policial Valentín Ochoa acusa de haber matado a Santiago Corella, El Nani; declaró ayer ante el fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que la denuncia contra él es "la fantasía de un loco". Caro, que se presentó ante el fiscal con su abogado, José Emilio Rodríguez Menéndez, personaje que también se encargó de la defensa de Ochoa en un proceso por tráfico de droga, afirmó que puede probar documentalmente que el día en que fue detenido el Nani, él viajó en avión a las nueve de la mañana de Madrid a Santander.

El ex jefe de la brigada antiatracos de Santander, que está condenado a seis años de inhabilitación a raiz del juicio contra la denominada mafia policial de Cantabria, aseguró ayer ante los periodistas que el Nani está vivo, y que hay que buscarle, aunque precisó que a alguien no le interesa que se investigue.

El inspector Caro señaló que había ofrecido al fiscal la posibilidad de efectuar cualquier tipo de rastreo en la finca de sus suegros, a 50 kilómetros de Madrid, en la localidad de El Molar, donde según Ochoa se enterró a el Nani, a dos guardias civiles, un guarda jurado y una cocinera. Caro expuso su creencia de que el rastreo no se llevará a cabo.

Pasar por El Nani

Rodríguez Menéndez explicó que es una locura pensar que Ochoa se hizo pasar por el Nani en la comisaría, porque ambos habían estado detenidos anteriormente y de los dos constaban fotografías y huellas. El abogado de Caro anunció que presentará una querella contra Ochoa y destacó que su acusación contra el policía inhabilitado es una completa falsedad que no beneficia a nadie.

El caso por la desaparición de el Nani, en el que está condenado a 29 años de cárcel el comisario Francisco Javier Fernández Álvarez, defendido también por Rodríguez Menéndez, se encuentra en fase de recurso ante el Tribunal Constitucional y en enero serán juzgados de nuevo los agentes presuntos integrantes de la mafia policial por el denominado caso Atocha. En este asunto tres delincuentes resultaron muertos por disparos de agentes de la brigada antiatracos de Madrid, que se repartieron el producto del atraco.