Guardias civiles apalearon a detenidos, segun cinco testigos en el 'caso Linaza'
Cinco compañeros de detención de Tomás Linaza testificaron ayer ante el tribunal de Bilbao en el juicio contra 12 oficiales y guardias civiles y corroboraron las palizas que le propinaron miembros del instituto armado en mayo de 1981. El juicio finalizó a las nueve de la noche en un clima de gran tensión. Algunos de los acusados aprovecharon su última oportunidad de dirigirse al tribunal para lanzar ataques contra el abogado de la acusación particular, Txema Montero.El teniente coronel Rafael Masa tomó el micrófono para declarar su satisfacción "por haber compartido el banquillo con estos magníficos hombres". Otro guardia, acusado como Masa de prevaricación, Santiago López Rico, insinuó que el juicio ha sido un montaje de Montero con vistas a la campaña electoral. La máxima tensión se produjo cuando el guardia Paulino Santos tomó el micro. "Al señor Montero le voy a decir que la guerra contra ETA la vamos a ganar", espetó. Montero pidió deducción de testimonio por si constituyeran delito las palabras de Santos, De Sosa y Miguel Caballero, que coreó con un "viva" la frase del primero.
Entre los testigos citados por la mañana ante el tribunal se encontraba el sacerdote Juan José Camarero, superior de los religiosos sacramentinos para España, Puerto Rico y Colombia. Camarero fue arrestado en Bilbao el mismo día que Linaza y, como él y los restantes testigos convocados por la acusación particular, quedó en libertad sin cargos. En la comandancia fue recibido "con toda clase de insultos y groserías". Camarero confirmó la dramática escena relatada el jueves por Linaza.
Tras el funeral de dos guardias asesinados el día anterior, varios compañeros uniformados penetraron en los calabozos y apalearon a sus ocupantes mientras les obligaban a dar vivas a España, a la Guardia Civil y a Franco. Al fraile le propinaron una "gran paliza".
Otros detenidos a los que se aplicó en aquellas fechas la ley antiterrorista en Bilbao, dijeron haber sufrido golpes y patadas. También pudieron ver el estado flisico lamentable de Linaza.
El fiscal solicita para el sargento Alfredo Serrano y el guardia Lucio de Sosa seis meses de arresto y seis años de inhabilitación por un delito de malos tratos.
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