La crisis del Golfo ha aumentado la factura de las eléctricas por compra de fuel sólo un 1,8%

Las empresas eléctricas españolas registraron un aumento de tan sólo el 1,8% en su factura por la compra de fuel para la generación de energía térmica a lo largo del periodo que media entre el estallido de la crisis del golfo Pérsico (el 2 de agosto pasado) y el 30 de septiembre último. Este mínimo incremento se justifica en la escasa variación del precio en el tipo de fuel que emplean las centrales termoeléctricas, que contrasta con la escalada seguida en los precios del petróleo desde el inicio del conflicto.

En el pasado mes de agosto el precio de fuel del tipo 2 restuccti (el de mayor utilización en las centrales térmicas españolas) se situó en una media 15.019 pesetas por tonelada, frente a las 16.326 pesetas por tonelada del mismo mes de 1989. En tanto, en septiembre último la tonelada de fuel se pagaba a 17.791 pesetas, cantidad ligeramente superior a las 15.852 pesetas de septiembre de 1989, y desde luego muy por debajo de las 32.400 pesetas a que llegó a cotizar la tonelada de fuel en 1985, año récord en la serie histórica de precios.El papel del fuel en la producción termoeléctrica española es todavía muy bajo (un 5,5%), y su impacto sobre el total de la producción eléctrica nacional sobrepasa ligeramente el 3%, a pesar de que existen instalaciones suficientes para incrementar este porcentaje, y de que el límite máximo fijado por la Comunidad Europea respecto de la producción de energía a partir de hidrocarburos se sitúa en el 15%. Este tope viene impuesto por razones puramente ecológicas, dado el aún alto nivel emisiones de óxido de azufre que se producen con el tratamiento de los combustibles fósiles, pese a los esfuerzos de la CE por poner en marcha sistemas técnicos que minoren los efectos de esas combustiones.

Precios quincenales

En los pasados meses de agosto y septiembre, el consumo de fuel en las centrales térmicas españolas sobrepasó las 322.700 toneladas, lo que representa un incremento del 26,6% respecto a esos mismos meses de 1989. En tanto, la factura pagada por las compañías propietarias de las instalaciones alcanzó en los dos meses del presente año 5.300 millones de pesetas.

Tradicionalmente el precio de los fuelóleos en España seguía un sistema de fijación mensual, sin embargo una orden aprobada por el consejo de ministros del 30 de junio de 1989 estableció un mecanismo de precios máximos de venta al público específico para estos productos, en el que se toman en consideración varios factores: el precio del producto -fijado en base a la cotización internacional correspondiente a cada tipo de fuelóleo en los mercados de Rotterdam y Génova-, al que se le suma una cantidad de 11 dólares; los llamados márgenes (2.200 pesetas por tonelada para el fuel del tipo 2), además del impuesto sobre hidrocarburos y el impuesto sobre el valor añadido (IVA).