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La NBA, molesta por la dificultad de imponer su plan de seguridad en Barcelona

El Open McDonald's se inaugura hoy (18.40, TVE), en el nuevo Palau Sant Jordi, con serias preocupaciones por parte de los directivos de la Liga profesional estadounidense (NBA), molestos por las dificultades para imponer sus exigencias en torno al sistema de seguridad a Barcelona Promoció, empresa municipal que gestiona la instalación. La NBA se toma tan en serio el espectáculo que está a punto de concretar un acuerdo con París para la organización del próximo Open. Las semifinales del torneo enfrentan hoy al Knicks contra el Scavolini (19.00) y al Barcelona contra el Pop 84, antiguo Jugoplástica (21.30).

Los dirigentes de la NBA, organizadores del torneo, han mostrado esta semana su temor por la falta de rodaje del dispositivo de seguridad del Palau Sant Jordi, encargado a una empresa privada. Los ejecutivos estadounidenses mantienen todavía su recelo respecto al control de las entradas al recinto y a la seguridad de la cancha. El jefe de seguridad, Horace Balmer, insistió en que los agentes de seguridad deberán mantener sus puestos detrás de los banquillos y de la tribuna de prensa durante la celebración de los encuentros. Además, la NBA exige que los agentes de seguridad acompañen a los árbitros y a los equipos cuando entren y salgan de la cancha.Los directivos del Palau Sant Jordi no preveían la necesidad de tamaño dispositivo de seguridad y argumentaban que "en España nunca se dispone tal despliegue". Uno de los directivos de la NBA llegó a responderles: "Si lo pago yo. ¿Por qué no me hacen caso?".

Respecto del aspecto meramente deportivo, los mejores equipos del baloncesto europeo confían en no desperdiciar la ocasión que les brinda el torneo y esperan, cuando menos, no desentonar frente al Knicks, representante de la NBA.

Las expectativas de que Europa inflija la primera derrota a la NBA son nulas a pesar de su progresión aritmética en las tres anteriores ediciones del torneo en la primera el Milwaukee Bucks ganó por 27 puntos a la URSS, en la segunda el Boston derrotó por 15 puntos al Real Madrid y en la tercera tan sólo seis puntos separaron al Jugoplástica del Denver Nuggets.

A ciegas,

El New York Knicks ha empezado a entrenarse hace una semana y arrastra problemas graves: sobrepasa el límite salarial, y su técnico, Stu Jackson, parece dispuesto a despedir al base Mark Jackson. "Vamos a jugar este torneo a ciegas", admitió Stu Jackson refiriéndose a la corta preparación de su equipo y a la escasa información que posee de sus rivales. Pero aún así, sería una sorpresa que alguno de los equipos europeos pusiese en apuros a los neoyorkinos.El Scavolini, primer rival del Knicks, posee un equipo muy limitado en efectivos, capaz de todo en Europa pero claramente limitado frente al arsenal de un conjunto NBA. El campeón italiano ha perdido dos de los cuatro encuentros que ha disputado en su Liga. Su equipo titular está formado por Gracis, Cook, Daye, Costa y Magnífico. Este último se mostró ayer desafiante: "Espero jugar la final contra el Barcelona", dijo.

Sin embargo, nadie duda de que si el Barcelona desea medirse contra el Knicks, en la final que se disputará el sábado, deberá vencer hoy al Pop 84. El club azulgrana no tiene suerte en el Open McDonald's. El año pasado, en Roma, no pudo contar con Epi ni con Trumbo, El resultado de ello fue su descalabro ante el Denver y el Philips Milán, ante los que perdió por 34 y 32 puntos, respectivamente.

En esta ocasión las perspectivas no son mucho mejores. Crespo y Epi, lesionados, no podrán participar en el torneo que los azulgrana disputarán dos días después de haberse enfrentado al Joventut y dos antes de jugar en la pista del CAI Zaragoza. El Pop 84, sin Radja ni Ivanovic, ya venció al Barcelona recientemente por 80-83, en el Torneo de la Asociación. Su potencial sigue siendo considerable y dispone de Kukoc, el mejor jugador europeo de la actualidad. Además, probará al estadounidense Avy Lester, pivote de 22 años y 2,06 metros.

El torneo constituirá un banco de pruebas para el Barcelona que gestiona con el Ayuntamiento de la ciudad su traslado al Palau Sant Jordi.

Ambas partes han decidido posponer la negociación hasta que finalice el Open McDonald's, aunque el club azulgrana realizará una campaña de socios para alcanzar los 8.000 que considera indispensables para decidir su traslado al nuevo recinto olímpico.

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