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El FMI propone cuatro vías de financiación para los países más afectados por la crisis del Golfo

El comité, interino del Fondo Monetario Internacional (FMI) analizó ayer cuatro posibles vías para aumentar la ayuda financiera a los países más afectados por la crisis del Golfo. La propuesta más novedosa, que anunció el director del FMI, Michel Camdessus, el pasado jueves es la que cuenta con menor apoyo, ya que exige la aportación de dinero adicional por parte de los países que se están beneficiando de la crisis y de los más desarrollados. Sí hay un mayor consenso en que se pongan rápidamente en marcha las otras tres, pues se financiarían íntegramente con fondos de la institución internacional.

La reunión de los 22 miembros del comité interino del FMI intentó alcanzar ayer un consenso para poner en marcha, con la mayor rapidez posible, un sistema de ayudas financieras adicionales a los países más afectados por la crisis del golfo Pérsico. Estados Unidos es uno de los principales defensores de esta iniciativa, pues los fondos se destinarían, en primer lugar, a los países fronterizos con la zona en conflicto, que son los que alojan a los efectivos militares desplazados para asegurar el embargo. La medida más inmediata para poner en marcha este flujo de fondos es el rápido desembolso del aumento de cuotas, que ya se aprobó en la reunión de primavera del FMI. Estados Unidos pidió ayer que el desembolso de estas nuevas cuotas se haga efectivo antes de diciembre de 1991. Tras el aumento, España pasará a aportar al Fondo 1.935 millones de Derechos Especiales de Giro (DEG) desde los 1.286 millones actuales (un DEG equivale a unas 130 pesetas).

Además de este aumento de cuotas, el FMI intenta alcanzar un acuerdo para flexibilizar el límite máximo en que puede endeudarse un país con el FMI.

En la actualidad ese límite es del 400% de la cuota del país, pero como sólo hacen uso de estos créditos los países con dificultades económicas para su desarrollo, el Fondo sólo tiene concedido aproximadamente el 50% del total de sus recursos. Este margen de maniobra ha sido destacado por el director general del FMI, Michel Camdessus, como la primera de las alternativas existentes para prestar ayuda financiera inmediata a los países más afectados.

La cuarta y última medida consiste en ampliar el límite máximo que puede solicitar un país al denominado Fondo de Financiación Compensatoria y para Contingencias. Los países en desarrollo piden ayuda a este Fondo cuando sufren un choque exterior ajeno a su política económica, que empeora considerablemente su situación de balanza de pagos. Éste es un sistema muy utilizado por los países exportadores de materias primas, ya que pueden acudir a él, por ejemplo, tras un derrumbe del precio de sus exportaciones.

Las características del Fondo de Financiación Compensatoria y para Contingencias le convierte en la vía más apropiada para hacer frente al actual choque petrolero.

El objetivo a consensuar es que los países con problemas puedan ampliar el actual límite de endeudamiento con este fondo, que es del 150%.

Errores del pasado

El FMI, sin embargo, ha descartado la puesta en marcha de una ayuda específica como la Oil Facilty, que se puso en funcionamiento tras el choque petrolero de 1973; esta vía forma parte de lo que ahora se denomina errores del pasado.

España, que estuvo ayer representada en el comité interino por el secretario de Estado de Economía, Pedro Pérez, apoya sin reservas las tres últimas medidas, ya que están arbitradas con recursos aportados al FMI. La cuarta supone la creación de un fondo especial para ofrecer préstamos a bajo interés a estos países y, según la delegación española, tiene pocas posibilidades de consenso. Algunos países exportadores de petróleo, como Irán o Nigeria, ya han dejado claro su total rechazo a colaborar con esta vía, pues recuerdan que nadie acudió en su ayuda cuando cayeron los precios del crudo.

En todo caso, según fuentes de la delegación española, España analizaría la actuación de los países europeos antes de tomar una decisión definitiva en el supuesto de que llegara a prosperar este nuevo fondo de ayuda.

La representación española permanente en el Fondo Monetario Internacional, que ahora encabeza Miguel Ángel Fernández Ordóñez como director ejecutivo, estará en manos de Joaquín Ferrán a partir del próximo día 10 de noviembre. Ferrán ocupa actualmente el cargo de subdirector del departamento del hemisferio occidental en el FMI y lleva vinculado a este organismo internacional desde los años sesenta.

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