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Greenspan admite que crecen las posibilidades de recesión en EE UU

El presidente de la Reserva Federal (FED), Alan Greenspan, en su juicio más pesimista sobre la economía norteamericana desde el crash de 1987, ha predicho que el incremento de los precios energéticos provocado por la crisis del Golfo hará aumentar la inflación en dos puntos y reducirá la producción en uno. Sin embargo, Greenspan se negó a admitir que la economía estadounidense hubiese entrado en una recesión.

En una comparecencia ante la comisión económica conjunta de las dos Cámaras del Congreso, Greenspan volvió a advertir que la Reserva Federal no reduciría los tipos de interés, -una reiterada petición del presidente George Bush-, hasta que no se llegue a un acuerdo entre la Casa Blanca y los congresistas sobre la reducción del déficit presupuestario.

El presidente del FED manifestó que, aunque no excluía la posibilidad de una recesión en el futuro, "los datos y los informes que obran en mi poder no sugieren que estemos presenciando, por lo menos por ahora, un descenso acumulativo de la actividad económica". Sin embargo, Greenspan advirtió que el modesto crecimiento de la economía no se prolongaría indefinidamente, si persisten las actuales condiciones adversas.

Greenspan admitió que las posibilidades de una recesión han aumentado como consecuencia del conflicto del Golfo y la subida de los precios energéticos".

Desde principios de agosto -la invasión iraquí de Kuwait se produjo el segundo día de ese mes-, el precio del barril de crudo ha saltado de 18 a 34 dólares. Si los precios se mantienen durante los próximos meses en torno a los 30 dólares el barril, el índice inflacionario podría sufrir un incremento durante el próximo año, según Greenspan, de entre un punto y medio y dos puntos. Estos precios supondrían, además, para Estados Unidos un incremento de la factura petrolera en otros 30.00 millones de dólares.

El déficit

El índice de precios al consumo sufrió un incremento en agosto de 0,8 puntos, el doble de los registrados en julio, y la tasa más alta desde principios de año. En los momentos actuales, el índice ajustado de los últimos 12 meses asciende a un 6,27.A pesar de las repetidas peticiones de Bush a favor de una reducción de las tasas de interés con el fin de estimular el crecimiento, Greenspan volvió a oponerse a las pretensiones presidenciales. Para el presidente de la Reserva Federal, "sólo un acuerdo perdurable y fiable en tomo a la reducción del déficit presupuestario provocaría una reducción de las tasas de interés a largo plazo".

La cumbre presupuestaria entre negociadores de la Casa Blanca y el Congreso para reducir el déficit que alcanzará el próximo año fiscal, si no se remedia, la cifra de 164.000 millones de dólares, no acaba de conseguir un acuerdo final dadas las posiciones encontradas de las dos partes. A pesar de la amenaza de Bush de invocar la enmienda que ordena el secuestro o reducción obligatoria del déficit en 100.000 millones de dólares el próximo año fiscal que comienza el primero de octubre, el acuerdo elude a los negociadores.

La mayoría demócrata en las dos Cámaras del Congreso está empeñada en conseguir que la Administración republicana comparta con ellos la impopularidad de afrontar una subida de los impuestos directos mientras que la Casa Blanca prefiere que la presión impositiva se diluya en los indirectos.

La inminencia de las elecciones legislativas de noviembre, donde se renueva la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, hace todavía más difícil el acuerdo.

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