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Los problemas burocráticos impiden que se programen las actividades Madrid 92

El director de programas del consorcio para la capitalidad cultura (Madrid 92), Alfredo Aracil, dijo ayer que el retraso en la programación se debe a "los problemas burocráticos y a la creación de los estatutos" que rigen al consorcio. Por su parte, el presidente regional, Joaquín Uguina, reconoció que el malestar en la cultura urbana "ha afectado al partido socialista".

El consorcio tiene previsto combinar programaciones para grandes públicos con otras para un pequeño número de espectadores. Según Aracil, Madrid 92 no excluye "ni lo espectacular ni lo más alejado de ello", como, por ejemplo, especifica, "la ayuda a la celebración de congresos sobre diversos aspectos de la ciencia y la cultura".Aracil, que intervino ayer en el curso sobre Madrid, capital europea de la cultura, también hizo hincapié en la necesidad de que se aceleren las obras de infraestructura para 1992, ya que, por ejemplo, "es necesario que un teatro o un auditorio estén a nuestra disposición en enero de 1992". "Nosotros necesitamos lugares para poder desarrollar nuestros programas", añadió.

Por otra parte, el historiador Virgilio Pinto, que dirigió el curso, organizado por la Universidad Autónoma, dijo que esperaba que estas jornadas hayan servido para iniciar un debate serio con vistas a Madrid 92 que hasta ahora "se ha echado en falta".

Pinto criticó al consorcio porno haber contactado formalmente con las universidades madrileñas, que "tienen mucho que aportar". "La Universidad puede colaborar en la elaboración de los programas y poner de manifiesto el papel que han desempeñado las ciudades no sólo desde el punto de vista cultural, sino también desde otros puntos de vista, entre ellos el social y el urbano", manifestó Pinto, que añadió que la cultura significa "la producción de pensamientos que contribuyen a una mejora social".

Dinamizar lo urbano

El curso, que estaba codirigido por Santos Madrazos, fue clausurado por el presidente de la Comunidad, Joaquín Leguina, quien reconoció que el malestar en la cultura urbana "ha afectado al partido socialista". Añadió que este malestar "hay que aprovecharlo como elemento dinamizador de lo urbano" y para la recuperación de votos. Para ello es necesario, dijo, "un discurso nuevo con vistas al siglo XXI".

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