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Asesinado a tiros un hombre que tomaba una copa en una terraza

Un hombre fue asesinado de cinco tiros cuando a las 23.50 de la noche del pasado martes se encontraba sentado en una terraza de la calle de Juan Bravo, esquina a la del Príncipe de Vergara. La víctima, que fue rematada en el suelo, llevaba un pasaporte expedido a nombre de Nicolás Anchurilla, nacido en Famagusta (Chipre) y con domicilio en la ciudad holandesa de Amsterdam, según, infórmaron fuentes policiales. No obstante, esta identidad no está confirmada, ya que los encargados del caso no descartan que se trate de un documento falso.Fuentes próximas a los investigadores opinan que el móvil del crimen puede ser un ajuste de cuentas por tráfico de drogas, aunque en los archivos policiales no figura ningún delincuente con el nombre de Anchurilla.

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La policía sospecha que el homicidio está relacionado con la droga o con el espionaje

Viene de la página 1Minutos antes de las doce de la noche, Anchurilla se encontraba tomando una copa con otras cuatro o cinco personas en la terraza de la discoteca Keeper. De improviso, un desconocido se acercó al grupo y, tras extraer una pistola de una bolsa de plástico, efectuó varios disparos que alcanzaron al extranjero.

Los amigos del herido salieron corriendo, mientras que éste también intentó escapar, sin conseguirlo debido a la gravedad de las heridas. El agresor se volvió a acercar a él y le remató cuando estaba caído en el suelo, según han relatado testigos presenciales. Tras matar a la víctima, el pistolero "se marchó andando con toda tranquilidad", según el relato de quienes presenciaron la escena.

En el momento del crimen, en la terraza no había demasiada gente, pese a que es una zona habitualmente muy concurrida por jóvenes residentes en el barrio de Salamanca. Pero un camarero del establecimiento ha declarado que "los martes es un día flojo de público" y únicamente estaban ocupadas unas ocho o nueve mesas. Entre los clientes hubo algunas escenas de pánico, tanto que algunos se dirigieron hacia el interior de los bares próximos para buscar refugio.

El encargado dé un establecimiento informó a la policía de lo que acababa de suceder, y una UVI móvil trasladó al herido al hospital Gregorio Marañón, donde ingresó cadáver. Los amigos de Anchurilla escaparon al comenzar el tiroteo y no han podido ser localizados por los inspectores del Grupo de Homicidios de la Brigada Judicial, que se han hecho cargo de las pesquisas.

En el lugar del crimen fueron recogidos varios casquillos y un cartucho sin percutir del calibre 9 milímetros Parabellum, sin que la policía haya querido especificar la marca de dicha munición.

Hasta que se fue aclarando lo sucedido, la propia policía llegó a temer que el crimen fuese un atentado terrorista de ETA, teniendo en cuenta que en el barrio de Salamanca viven numerosos militares y otros personajes de la política y las finanzas. A pocos metros de donde el martes se produjo el homicidio, el comando Madrid de ETA realizó hace unos años un atentado con coche bomba que causó la muerte a varios guardias civiles.

Una hoja de propaganda

La víctima portaba en sus ropas, además del pasaporte, alrededor de 23.000 pesetas en moneda española y holandesa, así como una hoja propagandística que solamente se reparte en mano a los clientes que acceden a los almacenes de Galerías Preciados. Ésta es la única pista con que cuenta hasta ahora la policía, ya que no ha podido precisar si Anchurilla residía en Madrid ni la fecha en que llegó a España, pues en el pasaporte no figura ningún visado ni sello de entrada en nuestro país.

Un empleado de la discoteca manifestó que el fallecido y sus compañeros se habían sentado en la terraza apenas unos 10 o 15 minutos antes de que se produjera el asesinato. La misma persona comentó que ninguno de ellos era cliente habitual del establecimiento.

Dos hipótesis

Los investigadores aseguran que no tienen todavía ninguna hipótesis fiable sobre los móviles del asesinato. Sin embargo en medios policiales se baraja la posibilidad de que el crimen tenga relación con el tráfico de drogas o con el espionaje y las luchas existentes en el mundo árabe, aunque añaden que "no hay indicios que corroboren estas sospechas".

"El hombre asesinado tenía un aspecto físico descuidado y vestía ropas de poca calidad", según han relatado fuentes policiales. Tal circunstancia induce a descartar en principio que se trate de un alto traficante de sustancias estupefacientes, ya que este tipo de personajes delictivos cuida más su apariencia externa.

La otra hipótesis que se maneja en fuentes próximas a los investigadores policiales indica que el crimen puede estar vinculado con el espionaje o con algún tipo de actividad clandestina relacionada con las guerras existentes en el mundo árabe.

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