Un "libro de estilo" para la Policía Municipal

Todos los policías deberán dar el tratamiento de usted a cualquier ciudadano, sin permitirse nunca el tuteo. Los agentes procurarán frecuentar los bares lo menos posible. Los funcionarios tienen que ir siempre aseados y con el uniforme limpio. En ningún informe figurará la menor referencia a la raza de las personas. Son sólo algunas de las normas que contendrá el libro de estilo para la Policía Municipal que está siendo elaborado por orden del centrista Fernando Bocanegra, responsable de Seguridad y Policía Municipal.

Fernando Bocanegra ha aprovechado sus vacaciones de agosto para descansar en Ibiza de los quebraderos de cabeza que a diario le proporcionan su cargo de concejal, pero también ha tenido tiempo para pensar en futuros proyectos. Entre las ideas que le han surgido está la de hacer un libro de estilo, similar a los que rigen en algunos medios de comunicación."Se me ocurrió que sería bueno hacer una especie de código de conducta válido para los todos policías, ya que el vigente reglamento contiene normas muy vagas, cuando no totalmente desfasadas", ha explicado el concejal.

El edil asegura que en, la actualidad no hay ninguna cartilla que sirva de guía para todos los agentes, sino que "hay directrices dispersas, que se han ido publicando en el orden del día de la Concejalía de Seguridad y Policía Municipal".

Tras reincorporarse a su despacho del palacio de Cañete ordenó a la subinspectora Teresa Gil, responsable del área de formación, que iniciara la elaboración de un libro de estilo, que contempla los siguientes aspectos: relación entre agentes y ciudadanos, uniformidad y presencia en la calle, redacción de informes, conservación del material y, finalmente, utilización de las dependencias.

En el primer borrador de este nuevo código de conducta queda claro que los agentes deben dirigirse a los ciudadanos con el tratamiento de usted. También se indica que los policías habrán de dar un saludo a todas las personas que se dirijan a ellos (y no sólo a sus jefes, como figura en el actual reglamento).

"Cuando hablen con los ciudadanos, tienen que hacerlo en posición correcta. Nada de estar apoyados en una farola ni con los brazos en jarras", comenta Fernando Bocanegra.

"Fase Omega"

El libro de estilo también tendrá un apartado dedicado a la fase Omega (nombre clave con el que los policías se refieren a lo que en otros gremios se llama hora del bocadillo).

Según las directrices del concejal, los agentes deben comer en lugares discretos, para lo cual pretende poner más bares en las unidades policiales. "Yo creo que hace mal efecto ver a un policía bebiendo en un establecimiento público", dice el centrista Bocanegra.

Sin embargo, este nuevo código permitirá una gran flexibilidad sobre la uniformidad de los agentes. En la actualidad, todos los funcionarios deben vestir las mismas prendas a partir de una fecha determinada, según sea invierno o verano. Pero el máximo responsable del cuerpo sostiene que "hay policías que son más calurosos o más frioleros que otros, y no se puede obligar a todos a que se pongan las mismas prendas".

Esa flexibilidad ya ha empezado a ser puesta en práctica por Bocanegra respecto a la bolsa bandolera que antes debían portar obligatoriamente los policías municipales para guardar el bloc de denuncias. Ahora, llevar o no esta bolsa es voluntario, y la mayoría parece que ha optado por meter el cuadernillo en el bolsillo trasero del pantalón.

Placa de identificación

El libro de estilo dejará clara otra cuestión actualmente confusa: todos los policías, incluidos los oficiales, llevarán una placa con su número de identificación personal en la camisa o en la prenda de abrigo, pero no en la galletilla de la gorra.

El concejal Fernando Bocanegra pretende que, a partir de ahora, todos los coches patrulla de la Policía Municipal lleven encendidas permanentemente las luces azules del puente instalado en el techo, "con objeto de que cualquier ciudadano pueda localizarlos en todo momento con facilidad".