La ejecutiva del PSOE fracasa en su mediación ante Leguina al no garantizarle la secretaría general

La dirección del PSOE fracasó ayer en su intento de que se restablezca la paz en la Federación Socialista Madrileña (FSM) y llegue una representación única al 321 congreso, toda vez que el secretario general madrileño, Joaquín Leguina, no consiguió arrancar garantías de que su sacrificio al renunciar a encabezar la delegación de la FSM al 32º Congreso del PSOE se compensará con su mantenimiento al frente del partido en Madrid.. El presidente de la FSM, José Acosta, señaló que el problema no debe resolverse en virtud de personas, sino que el proceso está en las agrupaciones, y que, por tanto, son los militantes quienes tienen la palabra.

A pesar de las buenas palabras quedó claro que, salvo una reconducción del problema en los próximos días con nuevas reuniones, el desenlace del enfrentamiento entre Leguina y Acosta por encabezar la lista de represetantes madrileños en el congreso federal del partido, se conocerá cuando acabe la elección de compromisarios para ese congreso y uno de los dos sectores contendientes se alce con la mayoría.La reunión que ayer celebraron los miembros de la dirección del PSOE Txiki Benegas Guillermo Galeote y Carmen Garcia B.loise con los dirigentes madrileños Joaquín Leguina, José Acosta, Juan Barranco y Teófilo Serrano sirvió al menos para que se reanude el diálogo, se guarden las buenas maneras e incluso que si hubiera un acuerdo para ela borar una única candidatura fue ra encabezada por Juan Barran co. Todo fueron elogios para la actitud de la ejecutiva, que, se gún palabras de Joaquín Leguina, había actuado "con exquisita neutralidad".

En la ejecutiva federal se insistía en que, a pesar de la ausencia de soluciones, se había dado un paso importante al manifestar los intervinientes la voluntad de alcanzar un acuerdo". El interés de la ejecutiva estaba en dejar patente que, en palabras de Benegas, "en este proceso lo que se decide es la elección de los delegados al 32º Congreso, y no la candidatura a la secretaría general de la FSM ni la candidatura a la presidencia de la comunidad autónoma". Asimismo, Benegas pidió- que "cesaran los actos de adhesión y enfrentamientos públicos" y se respeten los cauces orgánicos de participación, de forma que los debates se produzcan en las asambleas de las agrupaciones y se solventen con el resultado de los votos de los militantes.

No más hoteles

Con estas palabras Benegas expresó el malestar que había provocado el acto de hace unos días en un hotel madrileño al que acudieron unas 500 personas, entre ellas varios ministros, a mostrar su apoyo a Leguina. Ésta petición de la ejecutiva obtuvo el asentimiento de Leguina, Acosta, Barranco y Serrano, aunque de sus posteriores explicaciones se desprende que todos parecen desear un acuerdo, pero sin renunciar a sus respectivas posiciones.

Así, para Leguina no resulta aceptable que el proble mía se cifia a la elaboración de una candidatura de consenso en tanto que ello supondría ceder la cabeza de la delegación madrileña "sin ver qué sacrificio hace la otra parte". Leguina estaría de acuerdo en esa lista integradora, probablemente encabezada por Juan Barranco, en la que convivieran los suyos, los sectores de Acosta y del guerrismo genuino así como los miembros de Izquierda Socialista. Todo ello a cambio de que tuviera alguna garantía de que la idea de desbancarle de la secretaría general quedara olvidada.