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El PP se opone a que los dueños de suelo condicionen el plan general

Enrique Villoria, presidente de la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid y portavoz del Partido Popular en este área, aseguró ayer que las divergencias de su grupo ante el proyecto de Plan General, presentado oficialmente en junio por su grupo en coalición con el CDS, radican en el papel de los propietarios del terreno y en el sistema para conseguir suelo para viviendas sociales."Los propietarios no son quienes deben determinar las necesidades de la ciudad. Este papel corresponde a la iniciativa pública", dijo Villoria, contrario a que el crecimiento urbano dependa de las ofertas . La otra gran divergencia entre el PP y el CDS es el sistema de gestión de suelo a alegir. Mientras los centristas defienden el concurso, el PP prefiere llegar a convenios con los propietarios.

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Villoria: "El Ayuntamiento, y no los dueños de suelo, ha de fijar las necesidades de Madrid"

Viene de la página 1La postura mantenida por el PP ya ha provocado, de hecho, un primer cambio en el proyecto urbanístico inicialmente pensado. En un primer momento, el gobierno de centro-derecha habló de convocar un gran concurso de suelo coincidiendo con la aprobación del avance del Plan General. El equipo municipal pretendía con ello conocer las ofertas de los terratenientes interesados en la recalificación. de su terreno rústico.

El argumento era simple: las mejores ofertas, las que ofrecieran mayores contrapartidas en cesión de suelo e infraestructuras, serían merecedoras de la recalificación urbanística. Con este sistema la ciudad crecería en función de las propuestas de los terratenientes, aunque el Ayuntamiento se guardaba la posibilidad de expropiar, excepcionalmente, parcelas y adjudicárselas a promotoras cuyas ofertas fueran más atractivas que las realizadas por los dueños de terrenos.

"Los propietarios de suelo no son los que tienen que determinar cuáles son las necesidades de una ciudad. Nosotros ya defendimos que debía ser la iniciativa pública la que debe determinar dónde tienen que ser construidas las viviendas, la industria o las oficinas, pues los propietarios no pueden saber si su propuesta encaja o no en la red viaria proyectada, en los planes industriales o en la red de transportes. En definitiva, explicamos en el seno del gobierno municipal que no se podía hacer un planeamiento en virtud de la gestión de suelo, sino que debía gestionarse el suelo en función del planeamiento realizado", dijo ayer el concejal Villoria.

Ante esta postura, el equipo de gobierno cambió sus planes y decidió aprobar primero el avance de Plan General antes de convocar ningún concurso de suelo.

Diferencia importante

Sin embargo, subsiste una diferencia importante entre el CDS y el PP: el sistema de gestión de suelo.

"En nuestra opinión", añade el concejal popular "la gestión del suelo debe abordarse al final, después de establecer las líneas generales y el planeamiento formal, y somos más partidarios del sistema de convenios con los propietarios que de los concursos de suelo. Ello no supone que nos opongamos a su utilización en determinados casos, al igual que se puede acudir a otros sistemas, como la compra o la expropiación de aquellos terrenos en los que el convenio no sea posible si es necesario su desarrollo urbanístico".

El sistema de convenios no es, sin embargo, el ideal para el CDS, que prefiere el concurso, al considerlo un medio más transparente y eficaz a la hora de obtener mayores contrapartidas. 'Los técnicos redactores del plan opinan que con los concursos sería más fácil conseguir que los propietarios ofrecieran, dentro de las contrapartidas, promover un determinado número de viviendas de protección oficial.

Posturas a adoptar

En la elección del sistema de gestión de suelo -aspecto fundamental, pues se quieren obtener 70 millones de metros cuadrados para construir 125.000 viviendas sociales- influirá, sin duda, la postura que adopten el PSOE e IU en las próximas semanas.

Fuentes municipales consideran que en el caso de que, a menos de un año de las elecciones, estas formaciones políticas decidieran no apoyar el plan urbanístico, el PP podría imponer sus condiciones al CDS y elaborar finalmente un plan más a su medida; ello dejaría al CDS, como compañero de coalición, en una difícil situación, motivo por el que los representantes centristas se han manifestado en las últimas semanas dispuestos a recoger sugerencias y a lograr un grado de aceptación del plan suficiente para que pueda ser aprobado por consenso.

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