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Benegas se reunió ayer por separado con Leguina, Acosta y Barranco para evitar rupturas en la FSM

El secretario de organización del PSOE, Txiki Benegas, se reunió durante el día de ayer, por separado, con los dos líderes de la Federación Socialista Madrileña (FSM) enfrentados -su secretario general, Joaquín Leguina, y el presidente, José Acosta-, en un intento de frenar la crisis abierta. Varios cientos de militantes, entre ellos tres ministros y numerosos altos cargos y dirigentes del PSOE, respaldaron por la tarde los planteamientos de Leguina sobre la renovación de las propuestas socialistas en el próximo congreso federal, en un acto político celebrado en un hotel madrileño.

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Benegas se entrevistó también ayer con el ex alcalde de Madrid, Juan Barranco, la persona que, a juicio de dirigentes de la FSM, puede inclinar hacia uno u otro lado la pugna suscitada entre Joaquín Leguina y José Acosta -a quien apoyan los guerristas- por encabezar la delegación de los socialistas madrileños en el 322 Congreso Federal del PSOE. El propósito anunciado por Acosta de tratar de sustituir a Leguina como secretario general de la FSM y candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid ha convertido la elección de delegados, que tendrá lugar a finales de mes, en el terreno de juego de la crisis.Ésta adoptó un nuevo cariz con los acontecimientos registrados ayer. Las reuniones convocadas por el número tres del PSOE, Txikí Benegas, indican la voluntad de la Ejecutiva federal de mediar en un conflicto que, en opinión de un dirigente, "está distorsionando la imagen del partido y lo que debe ser un debate político".

Esta mediación tendrá su continuación mañana con una nueva entrevista, esta vez conjunta, del secretario de organización con Leguina, Acosta y Barranco. En ella Benegas tratará de evitar que en el congresillo que celebrará la FSM a finales de mes para designar las personas que le representarán en el Congreso federal acudan dos listas enfrentadas.

Joaquín Leguina, por su parte, se apuntó un importante tanto al conseguir reunir a alrededor de 700 militantes, a los que adelantó su-opinión sobre la s aportaciones ideológicas que debería plantear la FSM en el Congreso que celebrarán los socialistas del 9 al 11 de noviembre.

La presencia en el acto de destacadas personalidades del PSOE que se han pronunciado públicamente por la apertura a la sociedad y por el funciona miento plural del partido dio al acto un calado político que desbordaba el ámbito de la FSM, para incidir directamente en el debate congresual de los socialistas. Entre los presentes figuraron los núnistros para las Administraciones Públicas, Joaquín Almunia, de Transportes, José Barrionuevo, y de Educación, Javier Solana.

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También acudieron los exministros de Educación, José María Maravall, que es miembro de la Ejecutiva federal, y de Obras Públicas, Julián Campo, así como el secretario de Estado de Hacienda, José Borrell. No estuvo en cambio Juan Barranco, quien está evitando de momento optar por uno u otro contendiente.

Ya sea por estrategia o por recomendación de Benegas, el presidente de la Comunidad de Madrid evitó en la reunión, que se prolongó poco más de una hora, referirse al motivo por la cual se había convocado: su contencioso con los hombres del aparato guerrista. Por el contrario, Leguina tomó como punto de partida la apuesta de Felipe González por la renovación del mensaje socialista y subrayó la importancia de volver a ilusionar con "un proyecto reformador" a las capas urbanas y a los trabajadores que apoyaron al PSOE en 1982.

Apoyo de Borell

Según participantes en el acto, José Borrell fue una de las personas que tomó la palabra para expresar, por encima de discrepancias concretas, su apoyo a Joaquín Leguina como "garantía de la pluralidad" dentro de la FSM. El ministro Joaquín Almunia indicó al terminar el acto que no es bueno introducir otros debates -la continuidad o no de Leguina al frente de la FSM- ante el 32º Congreso, y opinó que los retos del futuro exigen al PSOE "alejarse de cualquier tentación sectaria y fomentar el pluralismo y el intercambio de ideas".

José Barrionuevo expresó antes de entrar a la reunión su apoyo al "proyecto de Leguina". Más cauto, Javier Solana se remitió a unas manifestaciones hechas en el Senado postuIando el debate "sobre ideas, no sobre personas". Por su parte su antecesor en el Ministerio de Educación, José María Maravall, admitió que la reunión tenía un significado especial.

"Es obvio que muchas de las personas que estamos aquí compartimos el mismo planteamiento sobre el partido", señaló Maravall, que, sin embargo, eludió pronunciarse sobre la posibilidad de que de esa reunión fuera a surgir una propuesta concreta para el Congreso.

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