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Pérez de Cuéllar cree que la paz en el Golfo sólo pueden alcanzarla Bush y Gorbachov

La última esperanza de que la paz se abra paso en. el golfo Pérsico y pueda evitarse una guerra reposa en manos de los presidentes de Estados Unidos y la Unión Soviética. Así lo aseguró ayer en Ammán el secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, profundamente "decepcionado" tras sus dos días de infructuosas entrevistas con Tarek Aziz, ministro de Asuntos Exteriores de Irak. Al mes exacto de que las tropas del presidente Sadam Husein ocuparan el vecino. Kuwait, el diplomático peruano reconoció ayer su impotencia para arrancarle a Aziz la más mínima concesión. Los jefes de Estado de las dos superpotencias, George Bush y Mijaíl Gorbachov, se han dado cita el próximo domingo en Helsinki para intentar encontrar una solución al conflicto. Estados Unidos vería con buenos ojos que el líder soviético actúe como mediador o, al menos, intente convencer a Sadam Husein de que se retire de Kuwait.

La primera ministra británica, Margaret Thatcher, denunció ayer la actitud "brutal y cruel" de Sadam Husein, y sugirió que el presidente iraquí debería ser juzgado por la "justicia internacional" por haber tomado como rehenes a mujeres y niños. La respuesta de Bagdad fue inmediata: "Thatcher es una anciana que ha perdido su equilibro mental", afirmó anoche el comentarista de política internacional de la agencia oficial Ina.A lo largo del fin de semana, alrededor de 700 ciudadanos estadounidenses y europeos -entre ellos 52 españoles- consiguieron abandonar Irak. Para hoy se espera la salida de otros 130. En su mayoría se trata de mujeres y niños.

La elección de Helsinki como sede de la cumbre se debió a una iniciativa de Gorbachov, que pidió que el encuentro se celebrara cerca de Moscú. El presidente de Finlandia, Mauno Koivisto, aceptó ser el anfitrión a petición de la Casa Blanca.

"Me hubiera gustado darle al Consejo de Seguridad [de la ONU] la noticia de la existencia de progresos reales en este conflicto, pero, lamentablemente, no puedo hacerlo y no puedo prever las consecuencias que ello tendrá", afirmó en conferencia de prensa Pérez de Cuéllar antes de abandonar Ammán rumbo a París. Más tarde, en declaraciones a la televisión francesa, el secretario general de la ONU explicó que su interlocutor iraquí había dejado una puerta abierta a la flexibilidad respecto al cierre de las embajadas en Kuwait, dando a entender que podrían permitir que permanezcan en el invadido país los diplomáticos -entre ellos, el encargado de negocios español- que se niegan a abandonarlo. El embajador de la República Democrática Alemana (RDA), Kurt Merkel, fue obligado ayer a trasladarse a Bagdad.

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