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Barranco se perfila como el vencedor en la pugna entre Leguina y los guerrístas

El enfrentamiento declarado en la Federación Socialista Madrileña (FSM) entre su presidente, el guerrista José Acosta, y el secretario general, Joaquín Uguina, refuerza el protagonismo del ex alcalde de la capital Juan Barranco, que se perfila como el tercer hombre para una solución intermedia. Destacados militantes de la FSM han expresado su malestar por el componente "exclusivamente personal" de la batalla que están librando ambos dirigentes por encabezar la delegación madrileña al 32º Congreso del PSOE.

Las hostilidades entre Acosta y Leguina ha dinamitado ya la convivencia en el seno del grupo que venía gobernando la FSM desde que en 1979, tras el polémico congreso en que el partido socialista renunció al marxismo, amenaza con perturbar el "debate de ideas" que todas las familias que integran el PSOE dicen desear para el 322 Congreso. El enconamiento entre las dos partes ha llegado a tal punto que no se observa una posible solución negociada hasta que ambas no midan sus fuerzas reales en una votación, opinan destacados militantes del PSOE madrileño que han optado de momento por la neutralidad.La elección por parte de las agrupaciones locales de la FSM de los compromisarios que a su vez habrán de designar posteriormente a los 45 delegados que acudirán al Congreso federal del PSOE va a permitir precisar a mediados de mes los apoyos con que cuentan Leguina y Acosta. Sin embargo, las mismas fuentes estiman que ninguno de los dos está capacitado para imponerse sobre el otro, si nó tienen el respaldo de Juan -Barranco.

Amigo de ambos, el ex alcalde de Madrid ha intentado jugar el papel de mediador, evitando comprometerse con cualquiera de ellos. Su ascendencia sobre sectores importantes de la FSM convierten a Barranco en el árbitro que puede inclinar el signo de la batalla hacia uno u otro lado, lo que le convierte, de alguna forma, en el verdadero triunfador de la misma. Personas de su entorno no descartan que plantee a los contendientes una tercera vía en el congresillo que celebrarán los socialistas madrileños la última semana de este mes, para debatir las enmiendas que presentarán al 32º Congreso y elegir a sus delegados.

El posicionamiento de otros destacados militantes de la FSM, como los ministros Joaquín Almunia, José Barrionuevo o Javier Solana, va a ser igualmente decisivo en el desenlace del conflicto. Éste salió a la luz cuando, con motivo del apartamiento de José Rodríguez de la Borbolla como candidato socialista a la Junta de Andalucía, Leguina denunció una operación similar para apartarle de la secretaría general por parte del guerrismo al que Acosta se acercó al entrar en la Ejecutiva federal hace tres años.

El sector guerrista, integrado en la "mayoría" que hasta ahora gobernaba la FSM, es minoritario en Madrid, pero Acosta dispone de apoyos considerables en el aparato interno, especialmente en las agrupaciones locales de fuera de la capital. A Leguina le respalda, por su parte, una franja del PSOE que va desde las posturas más de izquierdas a las más liberales. En ella figuran, entre otros, sindicalistas de la UGT y los miembros de la corriente Izquierda Socialista, único sector que está excluído de "la mayoría", rota por el conflicto.

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