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Entrevista:GUERRA EN EL GOLFO

"Jordania es la ventana de Irak"

ENVIADA ESPECIALEl príncipe Hassan, de 43 años, considera que, actualmente, se vive un compás de espera y que el riesgo de guerra aún no ha desaparecido.

Pregunta. ¿Asistimos a una reducción real de la tensión?

Respuesta. Eso es cierto, pero también hay un aumento de la presencia de tropas. Estamos en un momento de calma chicha en el que no queremos que el viento sople porque el más mínimo incidente podría hacer estallar una guerra cuyas consecuencias no tendrían límite. Podemos sufrir la tragedia de una espiral de violencia en la región que afecte a otras muchas naciones, de ahí que tentamos que tomar en serio y no como propaganda la oferta iraquí de negociación. No podemos permitirnos el lujo de no escuchar los comunicados de Bagdad. Sinceramente considero que Irak no supone una amenaza para Arabia Saudí y en este tiempo es más importante tener una información precisa que el uso de la fuerza. Mientras unos exigen la retirada incondicional de Kuwait y no utilizar a los extranjeros como un escudo, el presidente iraquí, Sadam Husein, demanda garantías de no agresión durante la retirada. Yo creo que es razonable. No es que estemos a favor de Irak. Nosotros nos oponemos firmemente a la anexión, pero existe una cuestión histórica. A menos que se discutan todas las disputas territoriales, económicas y petroleras, nadie tendrá una garantía de que esto no se repetirá una y otra vez.

P. ¿Qué hace el rey Hussein para buscar una solución?

R. El rey está en contacto con muchos jefes de Estado. Ammán se ha convertido en el punto de tránsito de la diplomacia de Bagdad. No lo hemos buscado, pero nos ha tocado convertirnos en la única ventana que le queda a Bagdad para hablar con el mundo. Durante su visita a Estados Unidos, el rey obtuvo el compromiso de que se reduciría la tensión una vez que se llegara al punto álgido de ésta, y que esa reducción tendría como fin la búsqueda de resultados palpables para la solución de la crisis. En el mundo árabe nuestros esfuerzos están puestos en asegurar que cualquier demanda llegará a Bagdad y que la puerta no está cerrada.

P. El rey viaja próximamente a España y otros países de la Comunidad Europea, ¿qué papel puede jugar la CE en esta crisis?

R. La CE tiene una dimensión mediterránea muy importante, y al igual que mira al Este debe de mirar al Sur. Sin embargo, en esta crisis ha demostrado que los viejos colonialismos están vigentes.

P. ¿Cuáles son las bases para la paz?

R. El problema entre Irak y Kuwait data de principios de siglo. Bagdad reconoció en 1961 la República de Kuwait, pero nunca se llegó a un acuerdo sobre la frontera. Cuando se habla de retirada iraquí debemos preguntarnos adónde. Siento tener que decir esto. Los soldados jordanos ya estuvieron en una misión de paz en Kuwait y ahora hemos ofrecido tropas desde el principio. Creemos que las fuerzas árabes pueden jugar un papel en la solución del conflicto. Yo temo que si el uso de la fuerza mínima autorizada por la ONU no tiene éxito y si no progresa una iniciativa política se tomarán medidas contra Irak que pueden desencadenar en una guerra regional.

Tropas extranjeras

P. ¿Cree que la internacionalización del conflicto hace más díficil su solución?

R. Los países que participan en la fuerza multinacional señalan que la invasión de Kuwait no se resolverá sin la presión internacional. La cuestión es por cuánto tiempo puede justificarse la presencia masiva de tropas en la región.

P. ¿Qué opina de que la ONU exija la vuelta de un régimen autocrático?

R. Kuwait es lo que menos interesa, pero creo que la integridad política de los Estados del Golfo es importante, aunque he de decir que hace más de 30 años que mi país, Egipto y los países exportadores de mano de obra hemos pedido la creación de un orden económico regional.

P. ¿Se refiere a problemas de la deuda externa?

R. Tiene que crearse un fondo para resolver el problema de la deuda, otro de inversiones y un programa de desarrollo de los recursos humanos. Hace falta un fondo de estabilización como el creado para Europa del Este. Desgraciadamente, ésta es una región sólo en el nombre y las relaciones se basan en los intereses propios de cada país con otros dentro o fuera de la zona.

P. ¿Cree que todos los problemas regionales deben de ser tratados en conjunto?

R. Hay elementos claros de equivalencia entre el problema palestino, el libanés y el kuwaití. No quiero meterme en terreno movedizo con mis colegas turcos, pero existe una ocupación denunciada por Grecia [en la isla de Chipre]. No es que haga falta tratarlos todos al mismo tiempo, pero lo mismo que la caída del muro de Berlín fue analizada desde los frentes político, económico y social, debe iniciarse un proceso similar en Oriente Próximo.

P. ¿Qué espera obtener el rey Hussein de la gira que realiza por los países del Magreb?

R. En las calles de esos países hay un enorme resentimiento, al igual que entre muchos de sus emigrantes musulmanes en Europa, por el envío de tropas a Arabia Saudí. La gente se pregunta por qué han venido en defensa de Kuwait y no de Palestina. El centro del problema en Marruecos, Túnez, Argelia, Mauritania, Libia, e incluso Yemen es la desesperación y la frustración de muchos de los habitantes lo que puede llevar a sus gobernantes a tener algo que decir para resolver la crisis del Golfo.

P. Pero Marruecos ha enviado tropas.

R. Sí, pero el rey Hassan sigue pensando que hay espacio para una solución árabe y que debe dejarse una ventana abierta.

P. ¿Cree que la crisis ha dividido definitivamente al mundo árabe?

R. Hay todavía una esperanza de evitar una ruptura total siempre y cuando no se dispare el primer tiro porque nadie entenderá una alianza de fuerzas árabes con extranjeras para disparar contra los árabes.

P. ¿Qué es más importante la inmediatez o el crear una estructura sólida para la pacificación de la región?

R. Lo que urge ahora es encontrar de inmediato una salida. Hallada ésta, debe de acabarse con la marginación de Oriente Próximo y la utilización de dobles raseros. Debemos ser considerados como una región y establecer una alianza estabilizadora. Es necesario acabar con los estereotipos de que los árabes son terroristas, de que Sadam es el equivalente a Hitler y de que los musulmanes son fundamentalistas, aunque ahora los hay buenos y malos, pronorteamericanos y antinorteamericanos.

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