Trabajadores en Guipúzcoa

San Sébastián - 29 ago 1990 - 00:00CEST

Cuatro muertos y cinco heridos en la matanza ocurrida en la aldea extremeña de Puerto Hurraco eran vecinos de las localidades guipuzcoanas de Zarauz, Zumála y San Sebas tián. Todos ellos eran personas muy conocidas en las zonas en que residían.Andrés Ojeda Gallardo y su esposa Elisa Sánchez Carrillo, cuyo hijo de ocho años de edad se encuentra clínicamente muerto, son empleados de la residencia sanitaria Nuestra Señora de Aránzazu, en San Sebastián.

El matrimonio había estado de vacaciones en Argenti na y hace unos días se había trasladado a Puerto Hurracopara finalizar su periodo de descanso. Tenía previsto regresar a San Sebastián el pasado lunes para incorporarse a sus puestos de trabajo el próximo domingo.

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Reinaldo Benítez Romero -residía en Zarauz junto a Manuel Cabanillas y José Penco Nogales, mientras que en Zuinaia vivía Antonia Murillo. El primero de ellos era trabajador de Bombas Itur y bodeguero, desde hace cinco años, de la sociedad gastronómica Urpekoak.

Benítez y Penco fueron tiroteados por los hermanos Izquierdo cuando se disponían a evacuar con sus coches a los primeros heridos causados por los disparos.

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