La marcha a Torrejón

A partir de la una de la madrugada, un reguero de gente se desplaza hasta la calle de¡ Grafito, en el polígono industrial de Torrejón, en busca de emociones conjugadas con música funky que duran hasta las siete de la mañana. Corría el año 1975 cuando no se permitía salir a los americanos procedentes de la base del municipio, en aquel entonces muy numerosos. Aprovechando la circunstancia, Joe, dos metros de americano, montó la discoteca Stone, vetada en principio a los españoles. Hoy las puertas están abiertas a todo el mundo, previo pago de 800 pesetas, excepto los socios. Se requiere tener buena pinta. Una nave industrial, decorada en blanco y negro, con la cabina del pinchadiscos elevada tres metros sobre el suelo y con la música atronadora para acoger a jóvenes y no tan jóvenes que se desplazan desde cualquier punto de la comunidad de Madrid y fuera de ella.-