La Bolsa de Nueva York sigue mirando hacia Irak

La publicación en EE UU de los pedidos de bienes duraderos de julio fue totalmente ignorada por los mercados, a pesar de haber registrado un incremento muy superior a lo anticipado. En efecto, los pedidos aumentaron un 2,9% en comparación con el descenso del 3,2% del mes anterior y el incremento del 0,4% anticipado por los analistas.Si bien las cifras no concuerdan con el pronóstico de recesión económica que mantienen muchos inversores, los mercados no reaccionaron, ya que en estos momentos la atención está centrada exclusivamente en la crisis del Golfo y los precios del petróleo. A este respecto la escalada de las tensiones ha provocado un alza de los precios del crudo que ha superado ya los 32 dólares por barril, es decir, el nivel más alto desde 1982.

A su vez, los mercados de valores prosiguieron la fuerte tendencia bajista en vigor des

de comienzos de mes, reflejando el temor de los inversores a una repetición de la crisis petrolera mundial de los años 1973 y 1979. Sin embargo, a pesar de la evidencia del alza de los crudos algunos analistas opinan que la situación actual está lejos de parecerse a la de aquellos años, ya que en estos momentos las reservas estratégicas de petróleo de los países industrializados se encuentran en niveles récord. Asimismo, la retirada del mercado de los 4.500 millones de barriles diarios que producían Irak y Kuwait conjuntamente puede ser compensada casi de inmediato por Arabia Saudí y el resto de productores de la OPEP.

En este contexto la bolsa de Nueva York continuó la corriente bajista general, situándose al cierre de la sesión con un saldo negativo de 76,7 puntos, lo cual sitúa al índice Dow Jones por debajo del nivel de soporte psicológico 2.500.