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Renfe invierte 500 millones para elevar los andenes de la estación de Chamartín y mejorar sus accesos

Juan Carlos Sanz

Los miles de viajeros que acuden este verano a la estación ferroviaria de Chamartín se topan con obras que han obligado a cerrar el paso a algunas vías. Renfe espera que el programa de modernización de Chamartín, con una inversión de 500 millones de pesetas para la elevación de los andenes, esté concluido a principios de septiembre. La mejora del acceso a los trenes se completará con la colocación de escaleras mecánicas y ascensores.

La estación de Chamartín, abierta al público en 1976, se ha quedado anticuada, según reconocen los responsables de Renfe. La que iba a ser entonces la única terminal ferroviaria de Madrid, tras la prevista desaparición de las de Atocha, Príncipe Pío, ha pasado a compartir con éstas el creciente tráfico de cercanías.En la actualidad, Renfe trabaja en la instalación de dobles escaleras mecánicas en todos los andenes, y de ascensores que comuniquen las vías con el vestíbulo, donde se acondicionan espacios para una nueva sala Raíl, Club (sala de espera especial), una nueva oficina del jefe de estación y otra para el servicio de atención al público. El nuevo acceso directo a la estación de metro ya ha sido abierto al público.

"Como en el metro"

Pero el objetivo fundamental de la modernización es la elevación de los andenes en unos centímetros para nivelarlos con la plataforma de entrada a los vagones. "Se pretende que los viajeros puedan entrar directamente, como en el metro, sin subir escalones", puntualizó ayer un portavoz de Renfe.La remodelación de los andenes beneficiará, especialmente a las vías destinadas a cercanías. Las vías 2 y 3 de la estación de Chamartín, a ambos lados de un mismo andén, permanecían ayer cerradas mientras se realizan estas obras, que Renfe espera concluir antes del próximo 10 de septiembre.

Alrededor de 17.000 viajeros utilizan cada día las unidades de cercanías que tienen parada en la estación de Chamartín, una cifra que, sin embargo, queda lejos de los 58.000 usuarios que a diario toman el tren en la nueva estación de cercanías de Atocha.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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