Marlene Ottey, estrella de la discreta reunión de Zúrich
Tres viejos astros del atletismo -Marlene Ottey, Sergei Bubka y Butch Reynolds- protagonizaron la reunión de Zúrich, cuyo nivel no alcanzó la grandeza de otras ediciones. El viento fue un factor decisivo en la decepción de las marcas logradas en 100 metros y 110 vallas. En medio fondo tampoco hubo marcas de altura, pero se asistió a la confirmación de la clase del argelino Narroudine Morceli, que dominó con soltura la carrera de 1.500 metros. José Luis González ocupó la quinta plaza en esta prueba, con un tiempo de 3.35.50.La demostración de Marlene Ottey fue extraordinaria. Con viento en contra bajó de 11 segundos en 100 metros (10.93) y de 22 segundos en 200, en este caso con un registro de excepción: 21.67, la segunda mejor marca de todos los tiempos tras el inalcanzable récord de Florence Griffith (21.39). La velocista jamaicana parece inmune a los elementos adversos que afectan a otras estrellas. El viento, por ejemplo, hizo un descalabro en la carrera de 110 metros vallas. Kingdom ganó con un registro casi ridículo para el plusmarquista mundial: 13.45.
La nota sentimental corrió de parte del soviético Sergei Bubka y del norteamericano Butch Reynolds, dos atletas que han pasado un calvario en los últimos meses. Bubka llegó a Zúrich sin ningún crédito. Su temporada había sido calamitosa. Atacado desde todos los flancos, parecía que Bubka había entregado definitvamente el testigo en la especialidad de pértiga a su compatriota Rodion Gataulin. No es así. Bubka saltó 5,90 metros e intentó los 6 metros. Su margen de mejora con relación a su anterior mejor marca de la temporada fue de 27 centímetros. Todo esto en vísperas de los Campeonatos de Europa de Split.
El retorno de Reynolds
El cuatrocentista estadounidense Butch Reynolds, uno de los atletas más queridos en el estadio Letziground de Zúrich, llegó en condiciones aparentemente precarias. Sólo había corrido tres carreras y sólo en una de ellas había conseguido bajar ligeramente de los 45 segundos, afectado por una lesión en el talón de Aquiles. Pero su actuación en Zúrich fue otra vez espléndida. Reynolds hizo uso de su célebre turbo, y en los últimos 100 metros adelantó a todos sus rivales. Su marca (44.22) le coloca en tercera posición del ránking mundial.
En 1.500 metros, González tuvo la oportunidad de medirse con los mejores especialistas del mundo, con la excepción de los ingleses Elliot y Cram. González nunca apareció en la cabeza de la prueba. Hasta los 800 metros figuró en la antepenúltima posición. En el último tercio de carrera adelantó posiciones, pero nunca pudo luchar con el argelino Morceli, el alemán Herold y el keniano Kirochi. Morceli ratificó su excelentes marcas previas con un acelerón final que no pudieron contener Herold ni Kirochi.
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