Carlos Socias

"Me dijeron que Carlos estaba bien, y que incluso andaba por la calle, en Bagdad". Así cuenta Janine Maltret, madre de Carlos Socias, el ciudadano español secuestrado por los iraquíes en Kuwait, su conversación con los responsables diplomáticos españoles.

Carlos Socias, de 31 años, casado y con dos hijos de corta edad, fue secuestrado la madrugada del domingo por las tropas iraquíes cuando descansaba en el hotel Sheraton de Kuwait. De haber regresado según lo previsto a España, Socias celebraría hoy, junto a su esposa, Mari Franch, y sus hijos, Sabina y Marc -de uno y tres años de edad-, el quinto aniversario de su matrimonio.

Socias llamó por última vez a su casa el jueves por la mañana, inmediatamente después de la invasión de Kuwalt. "Me dijo que se encontraba bien y que esperaba regresar pronto", explica su esposa. Mari Franch no tuvo más noticias hasta ayer, cuando una llamada del Ministerio de Asuntos Exteriores le anunció que su marido estaba en poder de los iraquíes.

Socias trabaja en la división de sanitarios de la empresa Roca Radiadores. Viajaba a menudo al extranjero en misiones comerciales, pero hasta ahora nunca había estado en los países árabes. "Ha sido una casualidad. Carlos tenía que haber ido a Kuwait a primeros de mes, pero no pudo por problemas con el visado. Primero estuvo en Arabia Saudí; luego, en los Emiratos Árabes, y la semana pasada llegó a Kuwait", explica su madre.

Janine Maitret no acaba de entender lo que le sucede a su hijo. "A él le gusta la tranquilidad, nunca se ha metido en polí tica. Le encanta hacer excursio nes y su pasatiempo favorito es lá montaña". Carlos Socias estudió idiomas y, después de trabajar en un despacho de aduanas, entró en el departamento comercial de Roca gracias a su dominio del inglés, el francés y el alemán.