Epicentro en Tokio

La bolsa perdió ayer toda posibilidad de terminar el mes de julio con beneficios, ya que situó su índice casi dos puntos por debajo del nivel que tenía al concluir el mes anterior. Este nuevo recorte estuvo provocado a partes iguales por las bolsas de Tokio y Nueva York, aunque continúa siendo la ausencia de expectativas propias el lastre más pesado que arrastran los mercados de valores españoles. Tokio cayó 420,5 puntos en la madrugada del lunes, lo que hizo que los inversores llegaran al mercado poco dispuestos a la aventura. La mañana arrojó un salido mediocre en cuanto a los resultados y al volumen negociado, que puede quedar por debajo de los 9.000 millones de pesetas efectivas del último viernes. Por si esto era poco, Wall Street confirmó la existencia de serios problemas con una apertura negativa, lo que provocó una nueva salida de papel.Esta situación ha metido al mercado madrileño en una zona complicada, en la que existen una serie de soportes que van a tener que funcionar sin apoyos externos, a no ser que las dos grandes bolsas internacionales cedan en su caída y registren algún repunte. Para que esto suceda deben producirse noticias positivas en el aspecto que el mercado espera, esto es, en lo referente a los tipos de interés, lo cual no parece muy posible dentro del corto plazo.