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Rodriguez Colorado declaró ante Garzón por la supuesta filtración sobre la detención de Goyanes

El director general de la Policía, José María Rodríguez Colorado, compareció ayer en la Audiencia Nacional para declarar ante el juez Baltasar Garzón por la supuesta filtración al periodista José María García, un día antes de que se produjese la Operación Mago contra el narcotráfico, de que "un amigo suyo" (Carlos Goyanes) iba a tener problemas. Rodríguez Colorado eludió a los informadores para no hacer manifestaciones sobre su comparecencia. El abogado José María Stampa y José María García negaron haber tenido conocimiento anticipado de que se iba a producir la detención de Goyanes.

El director general de la Policía, José María Rodríguez Colorado, adoptó todas las precauciones para silenciar su comparecencia y no ser fotografiado entrando en la Audiencia Nacional. Llegó con 20 minutos de retraso, y entró en su coche oficial por una dirección prohibida de la zona Red para acceder a la Audiencia por el túnel de conducción de detenidos.Hora y media después, su vehículo salió a toda velocidad por el mismo túnel, como señuelo para los fotógrafos. Cuando, creyendo libre el paso, el director de Policía salía tranquilamente de un ascensor del edificio, fue avistado por varios informadores a los que excepcionalmente -el paso a la Audiencia estaba prohibido-, se había autorizado a entrar para llamar por teléfono.

José María García, que tambíén fue llamado por el juez, aseguró al acabar de declarar: Rodríguez Colorado "en ningún momento me avisó de que iban a detener a Carlos Goyanes ni me habló del narcotráfico". "Soy amigo de Goyanes y le he dicho al juez que si a mí me avisan de que van a detenerle, como estoy convencido de su inocencia, le escondo en mi casa, o le habría sacado a donde fuera".

García admitió que la víspera de la detención de Goyanes, Rodríguez Colorado le llamó desde el teléfono de su coche. Conversaron sobre el estado de salud de sus respectivos padres -al de García le había dado un infarto y al de Rodíguez Colorado le había atropellado un camión-, y al finalizar, el dírector de la Policía, según García, le dijo: "Tenemos que hablar porque hay un tema delicado, del que en su momento hablaremos". "Y ahí se queda la conversación, esto es, yo lo juro".

El periodista negó que en esa conversación Rodríguez Colorado le hubiera mencionado a "un amigo suyo", ni al narcotráfico "porque, si los nombra, Goyanes no está en su casa cuando le van a detener". "Si estoy convencido de que es inocente, intento protegerle como intento proteger a mis amigos".

García explicó que al tener conocimiento de la detención de Goyanes, horas después de haberse producido, pasó a ver a Rodríguez Colorado a su despacho. "Me dijo que era un asunto de narcotráfico y blanqueo de dinero, y me dio la relación de detenidos". En esta misma conversación, García le consultó si convenía que fuera a ver al juez Garzón y al director de Policía no le pareció mal.A las tres de la tarde de ese día, García se dirigió al domicilio de Goyanes, donde su mujer, Cary Lapique, estaba hablando por teléfono con el abogado Stampa. "Cogí el teléfono para que Stampa se volcara en este asunto. Entonces es cuando yo mezclo la conversación con Rodríguez Colorado del día anterior y la posterior en su despacho, y ese es mi error, y leigo un flaco favor a Rodríguez Colorado, porque él no me dijo mí que habían detenido a GoLnes, sino que yo se lo preguna él tras la detención".

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García se mostró "apenado por el follón, desolado", e insistió en que él se echaba la culpa "por el daño a Rodríguez Colorado".

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