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Imagen y semejanza

La bolsa está dedicando su máxima atención a deshojar la margarita del 300%, en una especie de imitación de lo que Wall Street hace con la cota del 3.000. La situación de ambas economías se debate estas semanas entre problemas similares, como son esa sutil diferencia entre el recalentamiento o el enfriamiento y la posibilidad, siempre postergada, de que desciendan los tipos de interés, lo que hace que los inversores sufran el peso de dudas parecidas y opten por soluciones casi iguales.El papel dominó esta sesión de principio a fin, aunque fue a partir de la apertura de Nueva York cuando se pudo observar mayor firmeza en las decisiones y, por tanto, en los recortes. La zona entre el 300% y el 3 10%, que se consideraba como el campamento base desde el que atacar los máximos históricos, empiezan a convertirse en un objetivo en sí mismo y, a lo que parece, dificil de mantener. En esta sesión no hubo ni un sólo sector que se librara de los recortes, que fueron más fuertes a medida que se comprobaba que el dinero no hacía frente a la salida de papel. Al contrario que en otras ocasiones el cierre no registró reacción alguna, por lo que para esta mañana se espera el mantenimiento de la situación, a menos que en Wall Street cambien de parecer.

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