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Patricia ganó la batalla

Tras cinco años, el Supremo condena al Estado a pagarle dos millones por 33 días de cárcel

Patricia Bartolomé Allué, una joven de 23 años de Huesca, está "eufórica" porque después de cinco años ha ganado la batalla a la Administración de Justicia. Ha conseguido que los tribunales le den la razón y condenen al Estado a indemnizarla con dos millones de pesetas a causa de un error judicial por el que pasó 33 días en la cárcel en 1984, acusada de participar en un atraco a mano armada.

Patricia reconoce, sin embargo, que le va a ser dificil volver a creer en la justicia. "Ahora sé que pueden rectificar y reconocer sus errores. Confío en que en el futuro tendrán más cuidado e irán con pies de plomo. Lo que hemos conseguido es importante: nos han dado la razón y se ha sentado precedente y creado jurisprudencia para otros casos". La Sala Cuarta de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Supremo dio a conocer el pasado 17 de este mes una sentencia por la que el Estado deberá indemnizar a Patricia con dos millones.El pronunciamiento se basa en el artículo 121 de la Constitución, según el cual "los daños causados por error judicial, así como los que sean consecuencia del funcionamiento anormal de la Administración de Justicia, darán derecho a una indemnización a cargo del Estado". Los miembros del tribunal también tuvieron en cuenta el artículo 294 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. La sentencia estima en parte el recurso de Patricia Bartolomé, que reclamaba 20 millones, y anula dos resoluciones del Consejo de Ministros de diciembre de 1986 y mayo de 1987, en las que denegó la indemnización. Una interpretación estricta y literal de la Ley Orgánica del Poder Judicial fue la que llevó a la Administración, en opinión del Tribunal Supremo, a denegar tal indemnización, que sí reconoció el Consejo de Estado, aunque sólo de 200.000 pesetas.

"Lo importante es la razón"

"El dinero no es nada, aunque servirá para levantar algo la economía familiar. Lo importante es que el Estado reconozca que un ciudadano tiene razón", dice Patricia. No piensa recurrir más, "sería pasarse", añade. "Nadie va a devolverme los 33 días que pasé en la cárcel, pero lo importante es que me han dado la razón". Ahora deberá enviar un escrito al Estado reclamando los dos millones. Si se produce el silencio administrativo, tendrá que volver a dirigirse al Tribunal Supremo recordándole el caso.Han pasado casi seis años desde que se cometió el error y cinco de lucha. Años que han cambiado su vida y su forma de ser. Ahora estudia tercero de inglés y trabaja en una tienda.

El 29 de agosto de 1984, tres hombres y una mujer cometieron un atraco a mano armada en un banco de Fraga (Huesca), de donde se llevaron dos millones de pesetas. El 13 de septiembre Patricia fue detenida, junto a su padre, un hermano y un amigo, acusados de ser los autores del atraco. Pasó 33 días en la cárcel, hasta que el 24 de abril de 1985 el juez de Fraga levantó el auto de procesamiento con todos los pronunciamientos a su favor. Días antes habían sido detenidos en Valencia cuatro individuos que se confesaron autores del atraco.

"Pueden imaginarse cómo me sentí en la cárcel. Si ya de por sí es duro estar dentro, aún lo es más sabiendo que eres inocente". Patricia tenía entonces 18 años. Su paso por la cárcel le dejó secuelas psicológicas y morales: perdió el trabajo. "Aún hoy hay gente que sigue criticando. 'Cuando el río suena...', dicen. Creen que todo fue un montaje para cobrar el dinero. Sin embargo, ha habido personas que se han portado bien con nosotros, entre ellas los medios de comunicación". Patricia tiene elogios para sus abogados, el último Jaime Miralles, se hizo cargo del caso al recurrir ante el Supremo aun sabiendo que no había dinero y que todo estaba pendiente del resultado final. La joven ha salido adelante con la ayuda de su familia, en especial de su madre, la santera de la ermita del Cristo de los Mártires. Cuando en 1985 inició los trámites de la reclamación, confesó: "Estoy dispuesta a todo con tal de que se remedie el mal causado".

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