El salario social divide al equipo de centro-derecha

El salario social se ha convertido en un elemento de escisión dentro del gobierno municipal de Madrid. La concejal de Servicios Sociales, Carmen Díaz Marés, del PP, se ha encontrado con un oponente, esta vez en su mismo partido: José Gabriel Astudillo, concejal de Participación Ciudadana.

Astudillo no está dispuesto a sacrificar la autonomía de los distritos en materia de servicios sociales, según informaron fuentes de su concejalía. Con la implantación del ingreso madrileño de integración (IMI), o salario social, la concejalía de Carmen Díaz Marés adquiriría un poder incuestionable en materia social, ya que sería la administradora presupuestaria de los cursos de integración.El próximo miércoles se reunirá el alcalde de Madrid, Agustín Rodríguez Sahagún, con la consejera de Integración Social, Elena Vázquez. De esta forma, el alcalde pretende zanjar las disensiones internas, y, de camino, adquirir el protagonismo en unas negociaciones que, si se resuelven de forma favorable, pueden resultar muy rentables en política, según aseguraron fuentes sindicales.

Desde hace casi dos meses, cuando el Ayuntamiento comenzó a negociar con la Comunidad, Díaz Marés advirtió de que el Ayuntamiento sólo contaba con infraestructura adecuada para implantar el IMI este año en cuatro distritos. Ayer mismo, los tres técnicos municipales integrantes de la comisión negociadora les dijeron a los de la consejería que sólo disponen de infraestructura en cuatro distritos.

Acuerdo en la cumbre

A la vista de las disensiones internas del equipo de gobierno municipal, parece que sólo será posible alcanzar un acuerdo para este año en la cumbre que reunirá el miércoles a Rodríguez Sahagún con Elena Vázquez.Este periódico intentó ayer sin éxito ponerse en contacto con el alcalde y la concejal de servicios sociales, Carmen Díaz Marés. Del salario social se beneficiarán unas 20.000 familias de la Comunidad. Del total de beneficiarios, el 60% aproximadamente reside en Madrid capital.