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Detenida la 'asistenta envenenadora' cuando buscaba un nuevo trabajo

Policías de la comisaría del distrito de Universidad detuvieron el miércoles, en plena Gran Vía, a la mujer a la que acusan de haber desvalija do siete domicilios después de narcotizar a sus moradores, general mente ancianos. La denominada asistenta envenenadora, la melillense Tleismas Ismael Haddu, de 32 años, fue arrestada cuando salía de una boca de metro y se dirigía a una agencia de colocación de la zona centro para encontrar una nueva casa donde trabajar. Un total de 10 personas han sido víctimas de esta falsa empleada de hogar.

La intuición de un policía fue la primera pista. Este agente recordó que había archivado una fotografía de una mujer que fue investigada por un caso similar ocurrido en el mes de enero. La instantánea fue requerida a la melillense por un empleado de una agencia de colocación y posteriormente entregada a la policía, que puso a ocho agentes a trabajar en el caso.Una de las víctimas reconoció sin ningún género de dudas a la mujer de la fotografía.

Nada se sabe de las actividaes de esta mujer desde el 15 de enero -cuando robó un talón a una anciana de 77 años en la calle del Pintor Rosales, que hizo efectivo por un importe de 350.000 pesetas- hasta el mes de junio. La policía sospecha que durante estos meses pudo regresar a Melilla, su lugar de nacimiento, o a Tánger, ciudad para la que Haddu tenía un billete de avión cerrado para hoy.

Cinco robos en 10 días

El 20 de junio en la calle de Andrés Mellado, un matrimonio fue dormido por su asistenta pero entonces no faltó nada. Sin embargo, del 3 al 13 de julio, las actividades delíctivas y sus frutos se multiplicaron. En esos 10 días robó en cinco casas. Obtuvo joyas y 650.000 pesetas en metálico tras dormir a sus ocupantes.

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El 3 de julio, dos mujeres de 70 y 80 años fueron narcotizadas en su domicilio de la calle de Ferraz. Dos días después, una anciana de 93 años recibió la visita de una nueva asistenta, y en un descuido le desaparecieron sus joyas y 50.000 pesetas. Al día siguiente, otra mujer de 80 años perdió su reloj y sus joyas después de ser dormida en su casa .de la calle de García de Paredes. En la misma calle y con sólo dos días de diferencia consiguió en la casa de otra mujer el más sustancioso de sus botines: joyas y 500.000 pesetas. El 13 de julio dio su último golpe en la calle de Alfonso XII. Un matrimonio tuvo que ser ingresado en la unidad de cuidados intensivos de un hospital. Del domicilio faltaban 100.000 pesetas.

La española detenida se hacía llamar Isabel, Francisca y Rosa María, y en el momento de su detención llevaba un carné de identidad falso. Tiene antecedentes policiales por 11 presuntos delitos y cinco juzgados la buscaban.

La policía desconoce por el momento el destino de las joyas robadas, aunque llevaba encima ocho cadenas de oro, ocho anillos, dos relojes, 120 comprimidos de hipnóticos y un billete de avión para hoy a Tánger.

La mujer pudo ser localizada porque ya le quedaban pocas agencias de colocación a las que acudir. La policía la esperó a la puerta de una de ellas. Sus responsables estaban advertidos de la existencia de una misteriosa mujer que ha puesto en peligro la salud de 10 ancianos, ya que uno de los fármacos utilizados, Rehipnol, puede causar graves trastornos en dosis elevadas.

Haddu, que vivía de pensión en pensión, ha sido puesta a disposición del juez. En la comisaría se negó a declarar.

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