Un albañil recibió cuatro puñaladas por mirar a una mujer

El albañil Martano Romero, de 22 años, recibió cuatro puñaladas en la madrugada del lunes al martes durante una pelea iniciada a raíz de que una mujer le dijera a su acompañante, Juan Carlos Jimeno, de 28 años, que varios jóvenes la estaban mirando fijamente, según informó la policía. Al parecer, Jimeno se dirigió hacia los cuatro clientes y propinó cuatro navajazos en abdomen y tórax a Mariano Romero, mientras el vigilante del local golpeaba a sus tres amigos, también albañiles.El incidente ocurrió en el pub Grafitti de la calle de Echegaray, a las dos de la madrugada. Al cierre de esta edición, Mariano Romero estaba en la unidad de cuidados intensivos del hospital Gregorio Marañón, fuera de todo peligro clínico; Jimeno permanecía en la comisaría de Retiro, y el vigilante del local, que no era guardia jurado, no había sido localizado aún por la policía.

Las Mesas

Mariano Romero y dos de los amigos que lo acompañaban viven en Las Mesas, un pueblo de Cuenca de 3.500 habitantes aproximadamente, y se desplazan todos los lunes a Madrid hasta el fin de semana, que es cuando regresan a su pueblo. Durante Los días laborables se alojan en una pensión de la plaza de Tirso de Molina.

La madre del agredido, Purificación Romero, dijo que se había enterado de la noticia a las tres de la madrugada. "Mi hijo lleva trabajando en Madrid desde los 17 años y nunca le había ocurrido nada". La hermana de Mariano, María Victoria Romero, que trabaja como asistenta en una casa de Madrid, indicó que su hermano había llegado consciente al Gregorio Marañón, "pero no quería darle el teléfono de mi madre a los médicos porque ella está enferma y temía que se asustara demasiado".

María Victoria Romero dijo que aún no se había puesto en contacto con los acompañantes de su hermano. "Uno de ellos está casado y es el único que vive en Madrid, pero como no tiene teléfono aún no hemos podido contactar con él".

El padre de Mariano, un agricultor del mismo nombre que su hijo, dijo después de visitarlo en el hospital que su hijo tenía la carne desprendida del tobillo derecho. "Seguro que además de darle el navajazo le pegaron".

Un portavoz de la Policía Nacional dijo que el vigilante utilizó un objeto contundente y repartió numerosos golpes entre los clientes. "Después intervinieron más personas en el alboroto de la pelea, pero de eso ya no tenemos datos fidedignos", dijo.

El encargado de la obra donde trabajan los cuatro albañiles dijo que los jóvenes nunca habían originado el menor problema dentro de la empresa.