Una sonrisa, por favor

Suya fue la falta que produjo el victorioso cabezazo de Wright y proclamó a Inglaterra campeona del grupo F frente a Egipto. Suya fue la falta rematada por Platt en el último minuto de la prórroga frente a Bélgica. Y suyos fueron los dos balones para Lineker que provocaron los dos penaltis salvadores frente a Camerún. El seleccionador belga Guy Thís dijo de él: "Es el hombre clave para ellos. Es original, atípico. Hacía muchos años que el fútbol británico no daba con un futbolista como él". El centrocampista inglés Paul Gascoigne, de tan sólo 23 años, es una de las muy contadas revelaciones de este Mundial, un torneo muy tacaño con sus figuras.

Una cena con Paul Gascoigne es una invitación a la indigestión. No para de moverse en su silla mientras dicta sus deseos al camarero utilizando la carta únicamente para dar aire a flores y servilletas. Pide queso con galletas, mientras tanto, y luego secuestra el carrito de los postres para amenizar la espera de la sopa con una colosal ración de pastel de chocolate. Si encuentra una mano libre durante la cena la utiliza para lanzar migas de pan a las copas de sus comensales o para robar patatas fritas. Después, en el pub, no puede acabar su primera jarra sin distraer a la clientela enseñando trucos con una baraja de naipes que ha sacado, también por arte de magia de algún bolsillo de su chándal.Paul Gascoigne como futbo lista es también hiperactivo. Por todas partes aparece la cara sonrojada, no por hiperactividad de codo, como algunos quieren acu sar, sino de un hombre que vive su vida a altas pulsaciones.

Cuando el seleccionador in glés Bobby Robson dijo pública mente que Gazza estaba "chiflado", el joven centrocampista apoyó la tesis del entrenador sacó la lengua y torció la cara en uno de los gestos dignos de un cómico de su amplio repertorio. "Para preparar los partidos del Mundial, lo primero que hago", dice Robson, "es encerrar a Gazza en su habitación. Así los demás descansan".Comunidad minera

La historia del niño travieso del fútbol inglés empieza en la comunidad minera de Gateshead, donde nació el 27 de mayo de 1967. Bobby Robson lo rechazó a los 16 años, pero su padre, John, consiguió que lo aceptase el Newcastle.

Las genialidades de Gascoigne pronto lo llevaron al primer equipo, donde marcó 21 goles en 96 partidos.Cuando el Tottenham pagó 400 millones de pesetas por él en 1988, la gente dijo que el chiflado era Terry Venables, el técnico del club londinense. El ex entrenador del Barcelona sabía que su nuevo pupilo era dinamita y empezó una labor educativa. Gascoigne pesa seis kílos menos, suprime -con dificultad- sus reacciones agresivas.

Pero su triunfo en el Mundial no le modificado el carácter. Hace unos días apuntó al negro Parker a una sesión en un solárium.