La Comunidad de Madrid gastará 650 millones en el pabellón de la Expo
La Comunidad de Madrid ultima este mes el proyecto del pabellón que representará a la región en la Exposición Universal de Sevilla de 1992. El recinto madrileño, que costará 325 millones de pesetas, será el duodécimo en presentarse ante la dirección de la Expo y, de momento, uno de los de más bajo presupuesto. Madrid se gastará 650 millones de pesetas, incluyendo una programación de actividades aún no definida. Sin embargo, es la primera comunidad que recurre a un patrocinador. Caja de Madrid asumirá, según un acuerdo rirmado con la Administración regional, la mitad de la inversión.
El equipo formado por los arquitectos José Solans, Ricardo del Amo y Pilar Briales, adjudicatario de un concurso restringido convocado por la Comunidad, está ultimando el proyecto de lo que será el pabellón de Madrid en la Exposición Universal de Sevilla de 1992. El edificio tendrá como peculiaridad su carácter reutilizable. Según el consejero de Cultura, Ramón Espinar, tras la Expo podrá desmontarse y ser instalado en algún municipio de la región. "No va a ser un gasto estéril", explica Espinar.Además de la estructura de quita y pon, el diseño del pabellón será abierto y con formas muy identificables. Su madrileñismo radicará en el juego que harán en la fachada las siete es trellas de la bandera regional.
Contenido sin definir
La Comunidad aún no tiene definido en qué va a consistir la presencia de la región. Hace apenas un mes que fue nombrado el director del pabellón madrileño, el editor Manuel Arroyo Stephens, y sólo recientemente se ha dado salida al problema de la financiación con el acuerdo suscrito con Caja de Madrid, que asumirá la mitad de los 650 millones presupuestados, 325 para la construcción del pabellón y otros tantos para el programa de actividades.Madrid se ha quedado justo en medio de las cantidades manejadas por la organización como el mínimo previsto para una presencia digna. La Expo considera que los costes de edificación y de los contenidos "para mantener durante seis meses la tensión del interés" oscilarían entre los 600 y los 700 millones. La Rioja, por ejemplo, se ha quedado en el mínimo, el País Vasco ha llegado a los 700 millones y el presupuesto de Aragón ronda los 900 millones de pesetas.
Sin embargo, mientras algunas comunidades declaran tener problemas de financiación, la Comunidad de Madrid ha optado por comprometer la mitad del presupuesto con un patrocinador privado en un acuerdo que no implica cesión de uso del pabellón.
Según Espinar, el contenido del pabellón irá encaminado a transmitir "un concepto de vanguardia, de ciudad donde suceden cosas y que apuesta por el futuro". Traducir este concepto en actos concretos es lo que falta por definir. "Una cosa está clara: no vamos a dar cocido ni vino. Intentaremos huir de la simplificación para que el recinto no se convierta en la caseta de Madrid de la feria de Andalucía", explicó.
Hasta el momento, sólo dos comunidades, Andalucía y Valencia, han presentado ante la dirección de la Expo programas concretos de contenido. Valencia, por ejemplo, dedicará el pabellón a sus descubridores. Sin embargo, ya son 11 los Gobiernos regionales que han anunciado su proyecto de pabellón. La preparación de la presencia de Madrid en la Expo lleva un ritmo moderado.
El pabellón madrileño tendrá, como el resto de los dedicados a las comunidades, 1.500 metros cuadrados. Los 16 recintos, junto al de Andalucía, que será el doble de grande, se situarán en una media luna frente a un lago que presidirá el pabellón de España, que tendrá 10.000 metros cuadrados. Este mes se pondrán a disposición de las comunidades los solares, aunque sólo Murcia y Aragón se han mostrado ya dispuestas a colocar en otoño la primera piedra de sus pabellones. El de Madrid será el segundo que se encontrará el visitante, tras el de Castilla y León.
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