Sólo Costa Rica superó un marcador abierto por el adversario

SANTIAGO SEGUROLA La discretísima altura del torneo ha estado unida en gran parte a la falta de capacidad de reacción de los equipos frente a los marcadores adversos de entrada. La ausencia de carácter para romper los férreos guiones de los técnicos ha causado una inquietante anemia en todos los equipos. Sólo una selección, Costa Rica, en el partido con Suecia, ha conseguido superar un marcador abierto por el rival y ganar un partido de los 48 que se han disputado hasta ahora.

Los equipos que han anotado el primer gol han vencido siempre o han conseguido el empate como mal menor. Estos casos han sido los de los partidos Argentina-Camerún, RFA-Colombia, Inglaterra-Irlanda y Holanda-Irlanda, que terminaron con empate a un gol. Quizá no sea sorprendente que los ocho equipos de estos cuatro partidos pasaran a los octavos de final.La única excepción a esta regla fue la victoria de Costa Rica ante Suecia en el último partido del grupo C. Los suecos, que necesitaban vencer para tener alguna posibilidad de tener acceso a la segunda ronda, se adelantaron con un gol de Ekström, pero Costa Rica replicó en los minutos finales y logro el triunfo por 2-1.

En un Mundial tan seco de ideas no es sorprendente esta ausencía de vigor en los equipos que admiten el primer gol del partido. Hasta el momento, sólo ha habido uno, Inglaterra-Camerún, que ha seguido un camino complejo en su desarrollo. Inglaterra se adelantó en el marcador y ganó, como establecen las reglas en esta Copa. Sin embargo, Camerún fue capaz de remontar y colocarse con un gol de ventaja a 25 minutos del final del partido. Inglaterra, a su vez, logró recuperarse y marcar dos nuevos goles. Por vez primera en el torneo, el equipo derrotado, Camerún, fue capaz de sumar dos goles.

El tanteo de Camerún es un islote en el Mundial, a pesar de que en otros campeonatos ha sido habitual que los equipos perdedores hayan conseguido un par de goles. En México 86, por ejemplo, la RFA marcó dos tantos en la final, aunque perdió, algo que también le sucedió a la Unión Soviética frente a Bélgica, o en España 82, los inolvidables Italia-Brasil (3-2) y RFA-Francia (3-3).