La dirección del PSOE mantiene las corrientes de opinión y la afiliación obligatoria a UGT

La dirección del PSOE no ha tomado ninguna iniciativa respecto a la existencia de corrientes de opinión en el partido ni sobre la afiliación obligatoria de sus militantes a UGT con vistas al próximo congreso, por lo que todo se mantiene como dicen los estatutos: continúan las corrientes y es obligatoria la afiliación al sindicato socialista. Dado que la comisión ejecutiva no ha tratado estos asuntos en los distintos textos ya preparados para el 322 congreso, sólo la iniciativa de las federaciones podría provocar cambios estatutarios.

El Manifiesto 2.000, principal base teórica de la ponenciamarco para el 32º congreso, no deja duda sobre la importancia que los socialistas dan al papel de los sindicatos, aunque se aprecia en su redacción un ánimo de dar consejos, en el sentido de que deben adaptarse 11 a las nuevas necesidades". "Los socialistas se esforzarán porque los sindicatos se adapten a los nuevos retos y asuman el papel de cogestión en las políticas sociales, y actúen como mecanismos de control dentro del mercado".En este documento se reconoce que los sindicatos deben mantener su actitud reivindicativa, pero no basar exclusivamente en esa parcela su razón de ser. Por el contrario, se les llama "a la corresponsabilidad y cogestión en la marcha de las empresas y en el desarrollo de los planes de producción, con vistas a asegurar la estabilidad en el empleo y el reparto justo de los beneficios", dice esta ponencia en el apartado de "democracia industrial".

En ningún momento se hace referencia a las relaciones del PSOE con UGT. Esta materia sería estrictamente estatutaria, en relación con la cual la dirección del PSOE no ha elaborado ninguna alternativa.

Comité federal

Distintos miembros de la ejecutiva federal coinciden en señalar que en la dirección del partido no hay voluntad de modificar los estatutos en relación con las corrientes y con la sindicación. La dirección ha optado por esperar a escuchar la opinión de los dirigentes, que se expresará en la reunión del comité federal de la próxima semana y en las enmiendas que se presenten a los actuales textos, e incluso al propio desarrollo del congreso, lugar en el que tampoco se descarta que se susciten estos temas.Un miembro de la ejecutiva señaló que "lo máximo que puede pasar respecto a la sindicación es que se dé libertad a los militantes, al igual que ha hecho UGT con respecto al partido". No obstante, otros dirigentes recordaron que en el partido existe "una gran dosis de sentimentalismo con respecto a UGT" y recuerdan que en muchas provincias y regiones incluso en los tiempos de máximo enfrentamiento las relaciones entre ambas organizaciones han continuado siendo estrechas y de colaboración. Con esto se inclinan a pensar que se dejarán las cosas como están.

Lo mismo ocurre con las corrientes de opinión, sobre las que no hay duda de que se mantendrán aunque de cara al congreso se precise en los estatutos las condiciones que deben darse para su constitución y las funciones que pueden tener.

Los portavoces informantes aseguran que los cambios en la organización no tienen otro objetivo que el de la "modernización", y precisan que la apertura a los movimientos sociales y a los sectores profesionales dentro del partido no suponen "una sustitución" de los órganos clásicos sino de una ampliación para crear "una estructura más participativa".

Al margen de las cuestiones que los miembros del federal susciten la próxima semana, los dirigentes del partido pretenden que de esa reunión salga a la opinión pública un "mensaje positivo", que sintetizan en lo que llaman "elevar el debate político". Esta apelación, que es casi una obsesión en el PSOE y en el Gobierno desde hace meses, quiere dirigirse al resto de las fuerzas políticas, en la confianza de que pasadas ya las elecciones en Andalucía se pueda hablar de "política y no de los políticos".