La peculiar forma de actuar de Ivica Osim

J. M. S. Ivica Osim se irá del Mundial con el récord de ser el técnico que ha tenido más problemas con los periodistas. El entrenador de Yugoslavia ni siquiera hizo una concesión después de conseguir la clasificación para los cuartos de final. Los aplausos de los informadores yugoslavos no le hicieron cambiar de actitud y se negó a hablar con ellos.

Acusado de una excesiva querencia hacia la bebida, Osim es un técnico con una fuerte personalidad, que no tiene reparos en criticar públicamente a la federación de su país. Ayer, por ejemplo, manifestó: "Yugoslavia no merece estar en cuartos de final por la organización de su fútbol, que es caótica. Hemos conseguido la clasificación gracias a los esfuerzos de los jugadores, y muy especialmente de los veteranos, a quienes siempre voy a defender".

Precisamente, el que Osim haya marginado a las jóvenes promesas del fútbol yugoslavo ha sido la fuente de todos sus problemas. Las críticas no le han hecho cambiar de parecer. Sus ideas son claras: "En este equipo hay muchos artistas y pocos jugadores capaces de sacrificarse en el campo. En el fútbol actual, si no se lucha no se consigue nada".

Osim tiene 49 años, aunque aparenta más, quizá por su voluminosa barriga. Nació en Sarajevo y consiguió la licenciatura en matemáticas mientras era uno de los jugadores más destacados del Ze1jeznicar. En 1970 emigró a Francia y, después regresó a su país para ejercer como entrenador. Su éxito más importante como seleccionador fue la medalla de bronce conquistada en los Juegos Olímpicos de 1984.

Ahora sueña con dar la campanada ante Argentina. Nuevamente ha depositado su confianza en los veteranos del equipo, con quienes ha planificado el partido. "Hablo poco con ello s, porque creo que no es necesario machacarles con planteamientos tácticos. Además, son ellos los que van a ganar o perder. Lo que está claro es que no podemos conseguir nada con los periodistas. Con ellos sí que no se puede vencer".