El príncipe Aya de Japón
será vigilado por miles de policías japoneses en el corto recorrido que después de su boda, mañana, viernes, y acompañado por su esposa, Kiko Kawashima, le llevará desde el Palacio Imperial, donde se celebrará la ceremonia, hasta su nueva vivienda. Las medidas de seguridad en torno a la boda son enormes ante el temor de ataques por radicales de izquierda.
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