_
_
_
_

La élite intelectual de Solidaridad rompe con Lech Walesa

Un total de 63 miembros destacados del Comité Cívico de Lech Walesa, organismo integrado por los intelectuales y asesores del líder de Solidaridad, decidió ayer darse de baja de este foro. La razón esgrimida es su desacuerdo con la política de radicalización de la reforma polaca promovida por Walesa, cuyo objetivo principal es ocupar el palacio presidencial de Varsovia.

La ruptura permite vaticinar la partición de todo el movimiento social de Solidaridad entre los partidarios de Walesa y los correligionarios de la vía evolutiva del primer ministro, Tadeusz Mazowiecki.La división podría producirse ya el próximo Fin de semana, cuando se celebrarán dos reuniones paralelas de comités cívicos de Solidaridad de toda Polonia.

La lucha entre los partidarios de la aceleración y la corriente moderada de Solidaridad, agrupada en torno a Mazowiecki, va cobrando cada vez mayor intensidad después de que se produjeran acusaciones mutuas de populismo, por un lado, e inmovilismo, por otro.

Según fuentes próximas a ambos líderes, la ruptura entre Mazowiecki y Walesa es un hecho ya consumado.

Para evitar una contienda abierta con Walesa, Mazowiecki no acudió ayer a la reunión del Comité Cívico de Lech Walesa, constituido hace año y medio e integrado por los más destacados intelectuales polacos para asesorar al líder de Solidaridad. En este mismo encuentro decidieron abandonar el comité 63 intelectuales, muchos de ellos líderes históricos de Solidaridad en su primera época legal y en los tiempos clandestinos.

Hasta ahora, íntimos amigos

Walesa vio ayer cómo dejaban el comité muchos de sus más íntimos amigos, entre ellos el jefe del grupo parlamentario de Solidaridad, Bronislaw Geremek; el director del diario Gazeta Wyborcza, Adam Michnik, y una de las más sonadas figuras de la antigua oposición y ahora ministro, Jacek Kuron.En toda la reunión, de desarrollo tempestuoso, Walesa defendió su proyecto de acelerar los cambios en Polonia. Según su argumentación, la política es el único campo en que se pueden realizar cambios y avances, dada la imposibilidad de éxitos económicos. Por tanto, conforme con las declaraciones de Walesa, deben "eliminarse los residuos del antiguo sistema, tanto estructuras como personas", con objeto de canalizar el malestar social.

La principal cabeza de turco que debería caer, según Walesa y sus partidarios de orientación nacional-católica que ahora predominan en el comité cívico, es la del actual presidente de Polonia, Wojciech Jaruzelski, comunista y responsable de la implantación de la ley marcial en 1981. Esta panacea de los males polacos satisfaría al mismo tiempo las ambiciones personales del líder de Solidaridad, dejando libre la poltrona presidencial.

Según Bronislaw Gemerek, la sustitución de Jaruzelski por Walesa no podría producirse de forma democrática y por tanto estos planes sólo son susceptibles de realizarse "en la calle", desestabilizando al país y poniendo en peligro el programa de reformas y la propia democracia polaca.

WIadislaw Frasyniuk, el legendario líder de Solidaridad del suroeste de Polonia, acusó ayer a Walesa de intentar convertir el comité cívico en "una corte despótica", mientras Adam Michnik abandonó la tribuna diciendo: "SI aquí no cambia nada, malos son los tiempos que aguardan a Polonia".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_