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ITALIA 90

Calentando motores

España se mostró ayer con mayor cohesión entre sus líneas

Ramon Besa

La trayectoria de la selección española mantiene una línea ascendente con el discurrir de los encuentros. España salvó el resultado en el estreno (Uruguay), cumplió al ganar a la cenicienta del grupo (Corea del Sur) y, con la clasificación en el bolsillo, pudo hasta con el cabeza de serie (Bélgica).Incluso parece que Luis Suárez va despejando dudas. El equipo no acaba de cuajar y, sin embargo, las variantes tácticas introducidas tras el primer partido se reafirman. El grupo se presentó ayer mejor armado tanto en defensa como en ataque. La inclusión de Górriz como quinto zaguero y la de Julio Salinas como ariete han reforzado el espinazo y facilitado la conexión entre las diversas líneas.

España dio la sensación de encontrarse más a gusto jugando con el esquema importado del Real Madrid, un 5-3-1-1, que con el implantado por el propio Suárez en la fase de clasificación.

El problema es que la reorganización táctica no ha solucionado el problema de distribución del balón. España sigue sin tener una personalidad definida. Ha jugado demasiado en función de lo que le ha dejado el rival. Jamás se le ha visto imponiendo su ritmo. Frente a Bélgica llegó un momento en que los jugadores parecían estar clavados en el césped. Hubo lentitud en los repliegues y faltó velocidad para recurrir al contraataque.

El repliegue belga en la zona central, buscando más el apoyo que la presión, facilitó el trabajo español. El equipo de Suárez nunca se encontró agobiado por el contrario. Fue un duelo de estilistas más que de fajadores. Y, en esta situación, Butragueño, Michel y Martín Vázquez, apoyándose en los movimientos de Salinas, cruzaron buenos balones hacia el área belga. Las diagonales de los dos volantes madridistas martirizaron a una defensa belga que mostró lagunas alarmantes en los marcajes (ver gráfico del penalti a Salinas).

Bélgica, amparándose también en la falta de presión en la línea media española, recurrió a las paredes para sorprender a los zaga rival con progresiones de sus centrocampistas (ver gráfíco)

La diferencia con partidos anteriores es que, en esta ocasión, los jugadores españoles se pusieron el mono de trabajo y se ayudaron por todo el campo. Su mérito estuvo en la buena disposición defensiva para reducir la capacidad de maniobra de Degryse, la habilidad y potencia de Ceulemans y, fundamentalmente, en abortar los lanzamientos al hueco de Scifo.

,#Hubo, eso sí, una notable mejora anímica, porque el equipo español salió sin el estrés que comporta la necesidad de ganar.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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