Una testigo sorpresa afirma que 'tío Alberto' se acostó con ella y la "tocó por todo el cuerpo"
La aparición de una testigo sorpresa presentada por la acusación popular puso fin a la segunda jornada del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial contra Alberto Muñiz, tío Alberto, director de la Ciudad Escuela de los Muchachos (Cemu), por presunta corrupción de 10 menores. Celia Luelmo Martínez, de 16 años y ex interna de la Cemu, declaró que una noche del verano pasado, Muñiz, después de haberla llevado a un club de alterne y obligarla a beber whisky, la llevó a su habitación para dormir con él. Allí la besó y la "tocó por todo el cuerpo". "Amanecí sólo con las bragas" añadió.
Según Celia, Muñiz la había besado en la boca y el cuello "como si fuera un noviazgo". Declaró que antes del registro judicial de la Cemu, un policía al que identificó como "Julio el comisario", quitó las fotos que tenía Muñiz en la habitación.Mientras, Domingo Blanquiño, el policía municipal que grabó las cintas con las declaraciones de 10 alumnos sobre presuntos abusos sexuales, manifestó que fueron los jóvenes los que le pidieron ayuda y que desconocía la gravedad de las quejas contra Muñiz. Añadió que al conocer la presunta existencia de abusos informó a los jóvenes de que debían denunciarlas.
Contradicciones
Respecto a la actuación de Blanquiño, surgieron puntos contradictorios entre su declaración y la de Fernando Abad, alcalde de Leganés. Según Blanquiño, el 4 de noviembre, cuando se grabó la primera cinta, comunicó a un sargento de la Policía Municipal que tenía las cintas y que deseaba hablar con el alcalde. Blanquiño añadió que al día siguiente el concejal de Seguridad Ciudadana le dijo que no dijese nada hasta que Abad le llamara.El alcalde señaló que tuvo conocimiento de los hechos el 13 de noviembre y que no fue ningún miembro de la Corporación quien le habló de las cintas. Abad afirmó que el rumor estaba en la calle. El alcalde manifestó que en los ocho años que lleva en la alcaldía de Leganés no había tenido ninguna denuncia o queja contra Muñiz.
En esta segunda jornada han testificado a puerta cerrada los cinco jóvenes que restaban de los diez sobre los que presuntamente Alberto Muñiz cometió abusos deshonestos. Cinco de ellos se retractaron, y cuatro se ratificaron. Por el estrado han pasado también otros seis jóvenes de la Cemu. Pedro Fernández Valle, junto a otros dos jóvenes, habló de la presunta existencia de juegos nocturnos en la piscina de la Cemu, en la que Muñiz tocaba "los genitales" a los chicos.
Otro testigo, Máximo Molina Robles, de 17 años, declaró haber visto cómo tío Alberto tocaba el pene a algunos chicos de 14 a 15 años cuando se bañaban desnudos en la piscina.
La declaración de Molina Robles se vio interrumpida por su madre, Concepción Robles, quien posteriormente desmintió las afirmaciones de Máximo, al que calificó como "un chico sin personalidad propia".
Alberto Muñiz fue recibido con una fuerte ovación por los familiares, amigos y responsables y alumnos de la Cemu que acudieron a la sesión. A la salida se mostraba deprimido, pero afirmó creer en la justicia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.