Suárez admite que el CDS "atraviesa un bache", pero niega que peligre su futuro

Adolfo Suárez trató ayer de zanjar los comentarios sobre el presunto desfondamiento de su partido tras la sangría de militantes sufrida en las últimas semanas, asegurando que la "vocación y voluntad" de permanencia de¡ proyecto centrista va más allá de sus problemas actuales. "El CDS no va a desaparecer, que quede así de claro", manifestó.

El líder del Centro Democrático y Social (CDS) seguirá un año más como presidente de la Internacional Liberal (IL), después de que el comité ejecutivo de esta organización, reunido durante el fin de semana en Madrid, decidiera proponerle para un nuevo mandato en el congreso que se celebrará el próximo mes de actubre en Helsinki. Una pregunta de los periodistas acerca de las consecuencias que este nuevo mandato puede tener sobre su presencia intermitente en la vida política española motivó una firme respuesta del dirigente centrista, quien desmintió el absentismo que se le achaca en la dirección diaria del CDS.""Me dedico al partido prácticamente a tiempo completo, lo que pasa", aclaró Suárez, "es que lo hago casi siempre desde mi despacho profesional". El líder centrista puso especial énfasis en frenar la impresión de desbandada que, a su juicio, se está dando interesadamente tras la marcha de varios grupos de militantes centristas, disconformes con la estrategia de diálogo con el PSOE aprobada en el congreso de Torremolinos.

En este sentido, cifró en un millar el número de bajas y aseguró que los abandonos se han compensado con otras tantas altas de militantes. Tras recordar que su partido cuenta con 54.000 afiliados, una importante presencia en las instituciones del Estado y las autonomías e ideas políticas propias, Suárez rechazó las impresiones catastrofistas que se lanzan sobre el CDS. "Es un partido que está en una línea de crecimiento, aunque atraviese baches. Lleva únicamente ocho años de vida política, que es muy poco, y su vocación y su voluntad de permanencia es clarísima".

"Encuestas tozudas"

El líder centrista reconoció los negros presagios que se ciernen sobre el CDS en las elecciones andaluzas -"Las encuestas son muy tozudas", dijo-, pero afirmó que, sea cual sea el resultado obtenido, su partido va a seguir trabajando con la vista puesta en las siguientes comicios locales autonómicos. Al mismo tiempo justificó los ataques dirigidos en la campaña andaluza al Partido Popular y al Partido Andalucista como "una reacción natural" a la "caza y captura de militantes y votos centristas" lanzada por José María Aznar y Pedro Pacheco.

Suárez dijo que no estaba preocupado por la posible competencia electoral de la formación creada por los críticos fugados de su partido en Madrid (Asociación de Renovación Democrática) y rechazó que el CD S se ha echado en brazos del PSOE. "Somos un partido que está en la oposición. Mantenemos un diálogo con los socialistas sobre nueve puntos concretos", indicó, "pero en otros muchos discrepamos".